Tan solo bastaron unas pocas semanas para que Carlos III volviera a enfocarse en sus operaciones comerciales habituales. Y es que ha comenzado a hacer negocios a muy poco de ser nombrado rey, un aspecto muy comentado por la prensa y en redes. Aparentemente, el “merchandising” del soberano seguirá en aumento y envolverá de alguna manera a la casa real británica. Pero esto no es de extrañar, pues el hijo de la fallecida reina Isabel II tiene décadas volviéndose un especialista en todo lo que a operaciones comerciales se refiere. Su nuevo emprendimiento se vislumbra prometedor, te contamos de qué se trata. 

En los últimos años, los artistas han empleado eficazmente su imagen para hacer llegar distintos productos al público. Estas estrategias de promoción comercial elevaron sustancialmente el patrimonio de muchas figuras que, previamente, ya eran conocidas por ser las mejor pagadas. No es muy diferente para Carlos III, que ha llevado su filosofía de vida a otros ámbitos. Desde hace algunas décadas empezó a experimentar con su propia marca, Highgrove, que es el nombre de su residencia oficial. Sacó al mercado productos naturales y orgánicos de su jardín, así como una ginebra especiada con sus plantas. Y, ahora que es rey, también será conocido por tener su propio perfume. 

El perfume del jardín del rey Carlos III

Carlos de Inglaterra tiene un sitio predilecto y es Highgrove, la casa de campo que posee en el condado de Gloucester. Durante cuatro décadas se ha dedicado a cuidar su paisajismo y ahora es un sitio muy rentable. Hace poco surgió la noticia de que lanzará un perfume muy personal, inspirado en sus flores. La fragancia Highgrove Bouquet será producida por una de las perfumerías más célebres de Reino Unido, Penhaligon. La casa Penhaligon tiene un largo historial con la Familia Real; fue fundada a finales de 1860 por William Henry Penhaligon. Penhaligon fue el barbero de la Corte Real y más adelante perfumista de la reina Victoria, por lo que esta alianza es comprensible. 

“Una de mis grandes alegrías es ver el placer que el jardín puede provocar en sus visitantes y que todo el mundo parece encontrar en ellos algo especial”, ha dicho el monarca en la web de los jardines. ¿Y a qué huele esta mítica fragancia? “Un estallido fresco y confiado de cálida energía abre el baile con lavanda vibrante y geranio (...) El nardo aporta longevidad y profundidad, una tormenta solar de rico deleite. La base relajante y calmante es una mezcla de elegancia y sofisticación de maderas de cedro y Orris”, adelanta la página oficial. 

Este producto se figura como uno exclusivo, con un precio nada económico. Se venderá por unas 180 libras, al cambio serían 200 euros. Sin embargo, tiene un propósito noble. El 10% de las ventas será destinado a causas solidarias, presuntamente a la fundación del hijo del fallecido duque de Edimburgo. Una fundación que se dedica a diversas causas sociales.
Los jardines de Highgrove pueden ser visitados entre abril y octubre, por lo que algunos ciudadanos ya se hacen una idea del olor de la fragancia de Carlos III.