Ana Obregón está cada vez peor. La actriz no atraviesa su mejor momento, hace años que no es la misma. Desde que murió Álex Lequio, el pilar de su vida, Ana no ha vuelto a sonreír. Se encerró seis meses en sí misma, aunque gracias a sus amigos y familiares logró salir adelante, incluso regresó a la televisión para dar las campanadas. Sin embargo, cuando se cumplía el primer año del fallecimiento de su hijo, la bióloga tenía que despedirse de su madre. Al verano siguiente hacía lo propio con su padre. En tan solo tres años, de forma consecutiva, Ana se ha quedado sin sus padres y sin su hijo, además de su querida mascota. La presentadora está completamente sola y devastada. Aunque ella continúa adelante, en cierto modo su vida se ha apagado. Ahora solo piensa en el día que pueda volver a verles, mensajes cargados de dolor que hacen saltar todas las alarmas.

La frase que hace saltar todas las alarmas sobre el estado de salud de Ana Obregón 

La madrileña ha compartido en su Instagram una publicación cargada de sentimiento. Desde que falleció su hijo, el Instagram de la actriz se ha llenado de publicaciones sobre éste acompañadas de textos desgarradores donde Ana, de alguna forma, se comunica con Álex. Sus seguidores pueden sentir todo el dolor. En su última publicación, la actriz ha compartido unas imágenes de unos de sus últimos veranos en Mallorca junto a Álex. Era el verano en el que pensaron que la pesadilla había terminado para siempre.

La familia al completo viajaba a bordo de un lujoso yate. Incluso el patriarca se atrevió a ponerse a los mandos del barco, a pesar de su edad. Ana fotografiaba con mucha ilusión esos momentos, sin imaginarse que no los volvería a ver. También recuperó una fotografía de su juventud junto a su padre y su madre.

“Silencio y Nostalgia”, escribe, y define el significado de esas palabras. “𝐒𝐢𝐥𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨. El dolor no tiene palabras. 𝗡𝗼𝘀𝘁𝗮𝗹𝗴𝗶𝗮. El dolor de no poder regresar. Mamá , Papá , Hijo …. me haríais un hueco para navegar con vosotros en ese océano de la eternidad?”, comparte. Precisamente, ha sido esta última frase, un grito desesperado, el que ha hecho saltar todas las alarmas.

Los familiares de Ana aseguraron en el entierro de su padre que Ana es quien peor lo está pasando porque se le está acumulando todo. Cuando todavía no ha cerrado el duelo de Álex se le sumó el de su madre, y ahora el de su padre. La presentadora está en manos de especialistas para aprender a llevar el dolor de estas pérdidas.