Víctor Manuel es uno de los ejemplos más paradigmáticos de los cantantes tradicionalmente asociados a las izquierdas, que acostumbraban (algunos todavía lo hacen) a defender muchas causas sociales, a protestar contra las injusticias, pero que a la hora de analizar las voluntades de los catalanes independentistas, les sobreviene un sentimiento de crítica y orgullo patrio contra los que osan poner en peligro el país. Al lado de su mujer Ana Belén, o de Serrat, Sabina, y Miguel Ríos, el asturiano es de los intérpretes españoles que más acostumbra a pronunciarse sobre cuestiones extra musicales. Ahora lo ha vuelto a hacer. El diario El Español le entrevista con motivo del libro que publicó en el 2019, El gusto es mío, una especie de memorias gastronómicas, "Porque la música y los olores son lo más valioso que tenemos para fabricar los recuerdos".
El cantante habla de los aromas de su niñez, pero también del tufo rancio que hace la política de este país. Le preguntan sobre "¿A qué olía la España de los años cincuenta y a qué huele ésta?". De la España de mitad de siglo pasado recuerda la miseria: "En cualquier lugar se improvisaba un estercolero. Echaban la basura al río. Iba al colegio y lo veía, lleno de ratas e inmundicia. Esa España en blanco y negro era de pesadilla". Pero el color no llevó buenos aromas a una España actual donde quizás "estamos más perfumados, pero en cuanto rascas un poco huele a estercolero. No nos hemos terminado de quitar esa costra. Basta con escuchar a los diputados…". Diputados que actúan en el Congreso de los Diputados como si fueran Chicote histérico en una de las cocinas de pesadilla que visita. Especialmente la derecha: "Fíjate en la oposición de 2004, cuando ganó Zapatero. Era una oposición de facinerosos. Hablo del PP. Lo que estuvieron diciendo por esa boquita y lo que siguen diciendo… No deja de sorprenderme. Parece que, cuando el PP deja de gobernar, nadie más tiene derecho a hacerlo".
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Tampoco le huele bien al cantante el tema de los nacionalismos. Critica que las derechas quieran aniquilar el independentismo ("¿Hay que tirarlos al mar? ¿No pactar con ellos? El Estado no debe ceder en según qué cosas. Lo tengo muy claro y a mí no me gustaría que ocurriese. Pero se debe buscar un terreno para el entendimiento") y los nacionalistas españoles "quieren mandar los tanques", pero al mismo tiempo, se muestra muy crítico con el soberanismo catalán "quieren votar ya e irse. Es ridículo". Víctor Manuel también se muestra muy duro con los presos políticos: "Los separatistas dicen: “Los políticos -presos- tienen que estar en la calle porque no han hecho nada”. A mí sí me parece que han hecho algo. Algún juez tendrá que dictaminar. Es evidente que han hecho algo y lo saben. Es una provocación permanente".
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"Hay gente que se cree superior al de al lado". El habitual mantra del supremacismo. "Me llama mucho la atención cuando un nacionalista pide coraje a Sánchez. Coño, tened coraje vosotros y explicad a la gente en qué jardín os habéis metido. Cuando los nacionalistas se erigen en nombre de la nación catalana… ¿pero qué me estás contando, tío? Eso es estar fuera de la realidad. Es una revuelta de ricos, de gente de pasta", concluye. Otro listillo que va dando lecciones.