Sara Carbonero ha dado un repaso en su último post en el blog de Elle sobre su relación con el deporte a lo largo de las diferentes etapas de su vida. Desde el tenis, baloncesto, fútbol y natación que practicó de pequeña, hasta el running que tuvo que dejar con el embarazo o el yoga que acaba de descubrir: "No es que fuera un portento, pero tenía bastante agilidad y flexibilidad. Incluso había quien me tachaba de "chicote" cuando prefería jugar a fútbol en el recreo en vez de saltar a la comba". Una pasión por el deporte que tuvo que dejar aparcada al tener los hijos, aunque ahora se ha dado cuenta de que los años pasan y no puede seguir tirando de genética.

A raíz de compartir esta afición, Carbonero ha aprovechado para confesar a uno de los episodios más personales de su adolescencia: "Mi madre se ha pasado la mitad de mi vida preocupada porque cuando yo era pequeña no conseguía que engordara ni un gramo".

"Recuerdo ir con ella a comprarme roba y que la talla más pequeña que existía me fuera grande. Con 15 años seguía comprándome la ropa en la sección de niños. Y no lo explico con orgullo, de hecho en aquella época, siendo ya adolescente, me acomplejaba no tener curvas y ser un fideo. Pero acabé aceptando que mi constitución y mi genética eran así y estar sana era lo más importante", añadía la periodista.

 

Desperezarse los sábados cuesta más. ¡Buenos días! #nuevopost #nuncaestarde @elle_spain

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De nuevo, Sara Carbonero aprovecha su blog en Elle para compartir una de sus experiencias. Un complejo que marcó su adolescencia pero que acabó superando, dejando que no la hiciera infeliz más tiempo.