Hay celebrities que la imagen que proyectan una vez tocan la fama con los dedos es bien diferente de cómo eran de jóvenes. El mundo está lleno de orlas universitarias con fotos irreconocibles de hombres y mujeres que después se han hecho ultra famosos y con una imagen radicalmente opuesta a la que les ha llevado a la fama. Pero cuando esta evolución hace referencia a alguien que de su look extremo y multioperado ha hecho bandera, sorprende todavía más.
Kim Kardashian es una de los famosas con más millones de seguidores en todo el mundo. Sólo su cuenta de Instagram la siguen 117 millones de personas. Una auténtica barbaridad. La empresaria es la más conocida del clan, un grupo de hermanas que han paseado sus "inquietudes" por la televisión, con reality propio y todo. Su repercusión creció exponencialmente en 2011 cuando ella y su hermana Kourtney hicieron un programa que las enseñaba yendo de compras por Nueva York y teniendo diálogos surrealistas. Una especie de Las Campos, pero sin ser tan cañís ni estar a dos carrillos a todas horas.
De ahí a hacer de su vida un anuncio con patas, iba sólo un paso. Tiendas de ropa, productos de cosméticos, fragancias, accesorios, estrella invitada en televisión... Lo que haga falta para ir ampliando la cuenta corriente hasta convertirla en una de las influencers más multimillonarias del mundo. Su dinero es proporcional a la cantidad de operaciones de estética que se ha hecho. La artificialidad de su rostro, con constantes visitas al cirujano plástico, ya es habitual para todo el mundo. Por eso, verla de adolescente, con un aspecto totalmente contrario al de ahora, con una actitud y un rictus discreto y prudente, en contraste al de ahora, ha sorprendido, y mucho, a sus fans:
Esta imagen ha recibido ya 2 millones de likes en muy pocas horas.