Belén Esteban, siempre cercana y con un estilo natural, ha sorprendido al compartir uno de sus trucos más prácticos en la cocina: cómo conseguir el huevo frito perfecto. Lejos de grandes recetas o técnicas complicadas, la colaboradora televisiva ha explicado un consejo sencillo que cualquiera puede aplicar en casa y que marca la diferencia a la hora de preparar uno de los platos más básicos y universales.

Según Belén, todo comienza con un detalle clave: la temperatura del aceite. “El aceite sin humear” es la frase con la que resume el secreto de su receta. No es cuestión de poner la sartén a fuego máximo ni de esperar a que la cocina se llene de humo; la idea es calentar el aceite lo suficiente para que esté muy caliente, pero sin llegar al punto en el que empieza a quemarse. Esa preparación previa es, para ella, la base de un buen resultado.

La técnica paso a paso

Belén explica que lo primero es colocar la sartén en el fuego y dejar que el aceite se caliente de manera progresiva. No hay que tener prisa: cuando se observan las primeras burbujas en la base y una ligera ondulación en la superficie, es el momento perfecto para añadir el huevo. Este punto de calor permite que la clara comience a cuajar de forma uniforme y evita que el aceite salpique en exceso, algo habitual cuando se utiliza aceite demasiado frío o demasiado caliente.

Belén Esteban   Gtres
Belén Esteban Gtres

Una vez que se echa el huevo en la sartén, el siguiente paso es dejar que se cocine sin moverlo demasiado. El calor adecuado hace que la clara se fije sin tostarse y que la yema mantenga su textura jugosa, ideal para quienes disfrutan mojando pan o acompañando unas patatas fritas. El truco del aceite sin humear garantiza también que el huevo conserve un color blanco limpio, sin bordes quemados ni sabores amargos.

Un consejo sencillo para un resultado perfecto

Lo que más llama la atención de esta recomendación es su sencillez. No se trata de una técnica exclusiva para expertos ni de un truco que requiera utensilios especiales. Es una indicación clara y fácil de recordar que mejora un plato tan cotidiano como el huevo frito, convirtiéndolo en una preparación mucho más agradable y vistosa.

Con este consejo, Belén Esteban demuestra que la cocina del día a día puede mejorar con pequeños gestos y que incluso las recetas más simples tienen sus secretos. El huevo frito perfecto, según ella, no necesita complicaciones: solo una sartén, un poco de aceite, paciencia y la temperatura justa.