Es una apuesta segura y de obvia recomendación cualquier hotel cuyo coste por noche supere los 500€, y cuya situación sea el casco antiguo de una ciudad, o en medio de un bonito paraje natural. Pero ¿qué hay de esos hoteles que sea por la ocasión o sea por el bolsillo de cada uno, con pocos medios consiguen que el cliente se sienta a gusto y suela repetir?

Todos buscamos de vez en cuando, o puede que muy a menudo, opciones así, baratas, sencillas pero cuya experiencia sea satisfactoria. De hecho es en este tipo de experiencias en las que la crítica es de mayor utilidad, pues las dudas asoman y la capacidad de “liada total” se multiplica. Así es el Setze, uno de estos casos de propuesta sencilla pero altamente resolutiva.

Local sencillo, servicio correcto, precios muy económicos pero todo ello en una simpática combinación que hace que la clientela, de barrio y habitual, lo tenga como un lugar en el que ir a ser felices sin tener que pagar mucho por ello. Un chef, propietario y alma mater, Sergi Campos, hijo culinario de Jordi Vilà – fue jefe de cocina en su exitoso y publicado ya en Estrellas Miguelín, el Vivanda de Sarrià-  que consigue con muchos menos medios, una propuesta en la misma dirección: cocina variada, fácil de comer y compartir, sabores identificables y cantidades “platillo”.

Todo ello en un pequeño local en Les Corts, donde un máximo de 30 comensales puestos entre cuatro sobrias paredes, son suficientes para crear un ambiente apto para parejas, amigos e incluso gastrónomos low cost. Una diminuta carta de vinos nos acaba de mostrar que Sergi Campos entiende a su clientela y sabe que con eso, la parroquia queda más que feliz.

Probamos unas buenas “Bravas”, estilo madrileño, y una potente “Croqueta de pollo rustido”, muy bien frita. Pasamos a unos correctos “Rigattoni con trufa y queso”, y otro correcto y femenino “Tartar de salmón con cítricos”. Todo rico, nada sofisticado. Un más ambicioso “Meloso de ternera”, más potente y con más riesgo, cerró el menú salado.

Croqueta de pollo rustido

Rigattoni con trufa y queso

Tartar de salmón con cítricos

Meloso de ternera

Postres simpáticos, en especial un bonito “Fruta de la pasión con mango y lima”. En todo se identifica una herencia del Vivanda de Jordi Vilà, algo que solo puede ser positivo. ¡Debe funcionar la fórmula, que en Trip Advisor, los clientes le ponen un 4,5/5!

Fruta de la pasión con mango y lima

Porque lo que hace rico un territorio en gastronomía es la variedad, y no solo la de productos o tipos de cocina, sino también la de precios. El Setze es como ese coche utilitario que sabes que funciona bien, y que no necesitas mucho dinero ni reflexión para comprarte, ese piso de alquiler que no tiene las mejores vistas pero que es cálido y es una ganga, o ese hotel, como decíamos al principio, que por poco precio te deja tan satisfecho, que lo coges como comodín, y vas yendo a menudo. Sobre todo si eres del barrio o vives cerca, dale una oportunidad al Setze, ¡te gustará!  

Puntuación
Comida   Vinos
65   62
Servicio   Local
63   64
Precio   Estrellas Miguelín
30€  
Por persona: 1 entrante, 1 principal, 1 postre, 1 copa de vino  

¿Dónde está Setze?

Dirección: Carrer de Galileu, 316, 08028 Barcelona

Teléfono: 933 15 64 76

Horario: martes a sábado (13:30–15:30, 20:30–23:00); domingo y lunes, cerrado

Web: Restaurant Setze