Las calaveras de azúcar son un producto imprescindible en las casas mexicanas el día de Todos los Santos. Se usan para hacer altares en honor a los difuntos. Se trata, casi, de una tarea de escultura, que se realiza mediante un proceso extremadamente delicado. Las calaveras son piezas únicas, elaboradas mediante unos moldes hechos a mano. Y se decoran de forma personalizada, a veces con el nombre de la persona que se recuerda en la frente de la calavera. Un elemento esencial de la cultura mexicana que llega ahora a Barcelona de la mano de Cintya Rosado, Margarita Torres y Carla Esther Ribera.