Este miércoles se ha disputado la final de la Conference League en Breslavia, Polonia. Se enfrentaban el principal favorito (por plantilla, por dinero gastado en fichajes, por historia), el Chelsea, con un ilusionado Betis, que llegaba a su primera final europea. Y las cosas empezaron bien para el conjunto verdiblanco, con un gol de Abde en los primeros minutos y una primera parte excepcional de los Isco, Bartra, Antony y compañía que hacía soñar con el título. Pero después del descanso, vendaval blue, hasta llegar al 4 a 1 final. Una paliza que dejó con lágrimas a los jugadores béticos y que hizo enloquecer de alegría a los jugadores del conjunto inglés.

Sobre el césped del estadio, cuatro catalanes, dos por lado. Por la parte bética, el capitán Marc Bartra y Aitor Ruibal. Por la parte blue, dos Marcs, Cucurella y Guiu. Aquí los tienen a los dos celebrando y saltando una vez el capitán de su equipo levantaba la copa. Cucu, con su característico pelo ensortijado. Guiu, envuelto con una senyera, bien orgulloso.

Guiu, que se marchó del Barça para intentar tener más minutos en el Chelsea, ayer no jugó, pero en esta competición ha jugado algunos partidos. El de Sant Celoni, una vez acabó el partido, y sabiéndose ya campeón, no lo dudó y fue hacia la grada para coger una bandera, ponérsela en el cuello, y lucirla orgulloso encima del césped durante la celebración. Un gesto, un recordatorio de su catalanidad, que enojó (no se podía saber) a algunos catalanófobos hiperventilados que empezaron a sacar espuma por la boca al ver a Guiu con las cuatro barras:

Marc Guiu, maravilloso. Con dos títulos en el bolsillo: la Conference contra el Betis y haber conseguido que algunos intolerantes anticatalanes salgan de la cueva.