Hablar de Norman Foster es hablar de disciplina, innovación y liderazgo. Pero detrás de esas grandes palabras hay una cultura de trabajo que pocos conocen desde dentro. Salvador Rivas, arquitecto mexicano con más de una década en Foster & Partners, lo resume en una frase que se le quedó grabada: “Foster te exige probar opciones: no te casas con una sola idea”.

Salvador Rivas
Salvador Rivas

El fin del “genio solitario”

En el imaginario colectivo, el arquitecto aparece como un creador individual, casi un artista que impone su visión. La experiencia en Foster es lo contrario: un proceso donde cada propuesta se somete a crítica y debate. Rivas recuerda las sesiones con el design board: un grupo de expertos que cuestionaba cada decisión y obligaba a pensar más allá de la primera solución.

El arquitecto no impone, el arquitecto explora. Esa fue una de las grandes lecciones”, explica. Y lo hace con la certeza de quien vivió en primera fila proyectos que marcaron un antes y un después en el panorama internacional.

Escuchar como método de diseño

Para Rivas, otra enseñanza decisiva fue la capacidad de Foster y de firmas de su calibre —como Rogers o Grimshaw— de escuchar al cliente. No se trata de cumplir una lista de deseos, sino de reinterpretarlos para ofrecer una respuesta creativa y funcional. Esa actitud, asegura, desmonta el mito del ego arquitectónico y coloca la humildad como herramienta esencial de diseño.

El arquitecto Norman Foster
El arquitecto Norman Foster

Liderar bajo presión

La filosofía de “probar opciones” no se limita a las maquetas o a las pantallas de diseño. También se pone a prueba en el terreno, donde la presión es máxima. Rivas lo vivió en la ampliación del aeropuerto de Panamá, un proyecto que arrancó en circunstancias adversas y que exigió disciplina férrea y decisiones firmes. “Era volar el avión mientras lo construyes”, recuerda.

De Londres a México

Hoy, al frente de su propio despacho, Salvador Rivas Architects, el arquitecto aplica estas lecciones en proyectos de gran escala en México y Latinoamérica. Su sello está en trasladar la metodología y la disciplina británica a un contexto donde la creatividad local se convierte en aliada.

El paso por Foster & Partners dejó en Rivas algo más que un currículum brillante: una manera de entender la arquitectura como proceso colectivo. “Foster te exige probar opciones: no te casas con una sola idea”. Una frase que no solo habla de diseño, sino de vida: la capacidad de explorar caminos, escuchar con atención y liderar con firmeza en medio de la incertidumbre.