Incluso estar sentados en el sofá de casa sin hacer nada acaba saliendo caro. La inactividad física se ha convertido en un problema de salud pública mundial. Según la OMS, al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria para obtener beneficios para la salud. Y eso comporta consecuencias a nivel mundial.

Tal como afirma un estudio publicado en la revista médica británica The Lancet, dentro de la serie Physical Activity 2016, y dirigido por Ding Ding, Kenny D Lawson, Tracy L Kolbe-Alexander, Eric En Finkelstein, Peter T. Katzmarzyk, Willem van Mechelen y Michael Pratt, la inactividad física tiene un coste anual a nivel global de 61.000 millones de euros, el equivalente al PIB de un país como Costa Rica.

España es el segundo país de la Unión Europea con más gasto por problemas derivados del sedentarismo, concretamente 2,3 millones de euros.

Parámetros

Este dato se ha extraído a partir de diferentes parámetros. Se reparte en 49 millones de euros en gastos estrictamente vinculados a la sanidad, y 12 millones de pérdidas debido a la bajada de productividad. Las cinco grandes enfermedades asociadas a la falta de actividad física que se han tenido en cuenta a la hora de calcular los gastos son: enfermedades coronarias, cardiovasculares, diabetes tipo 2, cáncer de pecho y cáncer de colon.

Los niveles de inactividad física que acaban generando estas enfermedades son elevados tanto en países desarrollados como en países del tercer mundo, a pesar de que en las grandes ciudades, debido a diferentes factores que genera la urbanización, el número todavía es más elevado.

Algunas posibles causas

La OMS asegura que la superpoblación, el aumento de la pobreza y de la criminalidad, la gran densidad de tráfico, la mala calidad del aire, o la inexistencia de parques e instalaciones deportivas gratuitas son algunas de las causas de un problema que pide medidas urgentes, ya que el estudio afirma que la inactividad física está asociada a más de 5 millones de muertos al año.

El sedentarismo es uno de los principales factores de mortalidad entre las enfermedades no transmisibles, después de las enfermedades infecciosas. Según datos de la OMS, es el cuarto factor de riesgo de mortalidad en el mundo. Datos que animan a levantarse del sofá y a sacar del fondo del armario la ropa de deporte.