En el barrio hay de todo. ¿Recuerdan el lema? Es de hace muchos años, sí. El paso del tiempo quizás ha hecho cambiar un poco su significado. Las grandes superficies, multinacionales y marcas conocidísimas provocaron la desaparición de una buena parte del pequeño comercio, precisamente lo que quería favorecer la famosa frase publicitaria. Las crisis económicas, el incremento de los precios de alquiler, la pandemia... todo eso tampoco ha jugado a favor de mantener intacto este tejido comercial. Mientras estas tiendas iban desapareciendo del mapa asistimos a la eclosión de diferentes fenómenos que las sustituirían: uno de ellos, y que nunca desfallece, son los supermercados. ¿Quién no tiene una, dos o cinco de estas tiendas de conveniencia a su alrededor? Incluso abiertas 24 horas. Están por todas partes, sobre todo en las capitales y localidades más pobladas.

La mayoría de estos comercios están regentados por personas extranjeras que viven en Catalunya. Han pasado diferentes comunidades: primero los chinos, después sudamericanos, y desde hace años gente llegada de paises como Pakistán, por ejemplo. Con estos últimos se han multiplicado de forma más que notable. Y claro, tienen verdaderos problemas para poner el nombre al súper. La imaginación parece infinita pero también se agota. Es eso o, muy probablemente, que su dominio del idioma haga que pasen por alto algunos detalles cuando encargan el cartel que colgará de su negocio. Es lo que demuestra una fotografía muy curiosa del crítico de cine Toni Vall: un hallazgo realmente sorprendente, porque aunque no se han dejado la piel pensando un nombre potente, el resultado es de traca.

Toni Vall a la exposición sobre Bocaccio que se puede ver en el Palau Robert/ACN

El crítico de cine y barcelonés empedernido Toni Vall / ACN

Toni no se ha podido aguantar al pasar frente a uno de estos establecimientos en la Via Laietana de Barcelona, porque aunque no lo pareciera, la cosa era de premio y de los grandes. A primera vista, lo que decimos: no habían sudado demasiado y lo habían bautizado como "Supermercat Supermercat". Así, perfecto. ¿Por qué esforzarse si, al fin y al cabo, hay setecientas tiendas exactamente iguales en un radio de 500 metros? Pues no, hombres de poca fe (entre los se incluye el que firma este artículo): vete a saber si porque las letras eran demasiado grandes, si porque se olvidaron un caracter o porque el dueño del súper es un amante de los felinos, pero el cartel que luce en la entrada dice "Supermrcat". O es primo del Señor Gat de Pilar Rahola, o alguien la ha pifiado. Vall, con su ironía, escribe esto al respecto: "¡Bah! ¡Es igual, nadie notará nada"!

El descubrimiento desternillante del periodista y profesor universitario de la UAB ha causado sensación entre sus seguidores y los internautas que, por una razón u otra, han visto su instantánea. Algunos han analizado a fondo la imagen y han encontrado más motivos hilarantes: otro cartel que en el interior anuncia un pasillo de "Cervantes", que no sabemos exactamente qué tipo de productos aglutina, o la maravillosa cara del propietario o empleado al descubrir al fotógrafo retratando su tienda, que ahora es un poco más famosa. Otros han añadido más ejemplos de estos problemas lingüísticos en establecimientos y edificios diversos. En lo que todo el mundo está de acuerdo es que el hallazgo ha hecho la mañana más entretenida. Algunos, como Toni Clapés, siempre atento a los detalles que pasan en su ciudad, lo califica como "buenísimo".

SuperMrcat Toni Vall Twitter

El 'SuperMrcat' de Toni Vall causa sensación / Twitter

Espéra que ahora no se convierta en el 'súper' más visitado del barrio de la Ribera. Como campaña de marketing sería un 10.