Tener un rey hoy en día es una anacronía. Pero si lo tienes, como le pasa a España, como mínimo, que no haga el ridículo. Y de eso los Borbones saben mucho. Si España tuviera un rey a la altura de las circunstancias, cuando se tuviera que dirigir a la ciudadanía después de un temporal de nieve, no le haría falta nada más que hacer lo que toca en estos casos: empatizar con la ciudadanía, ponerse en su piel y lamentar las pérdidas, tanto humanas como económicas. Fin de la cita.
Después del Filomena, lo que tenía que hacer Felipe, la ÚNICA cosa que tenía que hacer Felipe, era dirigirse a los españoles, solidarizarse, dar su apoyo y agradecer la tarea de los servicios de emergencia y voluntarios. No hay más. Tan sencillo, y tan humano, como eso. En definitiva, verbalizar de manera informal lo que cualquiera con dos dedos de frente piensa. No tenía que memorizar ningún dato. En su caso, siendo el jefe del Estado, pronunciar el discurso que toca en situaciones como la que hemos vivido... Pero el rey español ha vuelto a hacer el ridículo. Una vez más. Este miércoles Casa Real ha colgado en las redes las palabras que ha dicho el rey a raíz de la nevada. Palabras de calor. Palabras que le han salido del corazón... O no. Más bien, palabras que tenía escritas en un papel.
¿Hace falta que en una ocasión como esta, donde lo que tiene que decir está cantado, tenga que leerlo? ¿Tan incapaz es de mirar a cámara, fijamente, y decir lo que tiene que decir, lo que le salga de dentro? Pues esto es lo que ha pasado:
Deseamos agradecer a los hombres y mujeres de nuestros servicios de emergencia, de Protección Civil; a nuestras FFAA; a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Estado; a los voluntarios y a quienes han dedicado esfuerzos para garantizar evacuaciones, atención médica y suministros. pic.twitter.com/Xx38KMcZuG
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) January 13, 2021
El esperpento ha continuado con una conferencia telemática en la apertura de la undécima edición del Spain Investors Day. Una puesta en escena grotesca, con la tablet y la chuleta, la pantalla en frente, y él mirando constantemente su discurso, como en el mensaje a raíz del Filomena. La guinda del pastel, sin embargo, está precisamente en la zona del plasma: unas piernas detrás de la pantalla, suponemos que un técnico o alguien de protocolo para ir diciéndole cuándo hablar. O vete a saber, quizás uno de los muchos palmeros para ir diciéndole que lo hace muy bien durante la conexión.
Una imagen ridícula en la que se ha fijado la experta en imagen Patrycia Centeno. Mucho más, cuando la compara con otra monarca que a pesar de llevarle cuarenta años, es mucho más moderna que Felipe. Lo que es penoso es que nadie en Zarzuela haya visto que es patético enviar esta foto a las redes sociales:
Le ponen atril para la chuleta y dejan cableado, telf de los 90, bloc documentos suelo y unas piernas detrás pantalla a la vista y publican la foto. Llego a convencerme q no se puede modernizar monarquía. Pero luego comparo con anciana 94 años y...🤦♀️#alertacaspa #escenografia pic.twitter.com/IOPbs8nN9e
— Patrycia Centeno (@PoliticayModa) January 13, 2021
Spain Investors Day... El día de los inversores españoles... Donde tendrían que invertir en Zarzuela es en no hacer más el ridículo.