Durante años intentaron aparentar normalidad, pero el vínculo entre Telma Ortiz y la reina Letizia se ha deteriorado hasta el punto de la desconexión absoluta. Aunque el distanciamiento ha sido gradual, hoy se puede afirmar con rotundidad que las hermanas ya no mantienen relación. La convivencia forzada por el protocolo ha dado paso al silencio, a la ausencia.
Todo comenzó con pequeñas fricciones cuando Letizia se convirtió en princesa de Asturias y su entorno fue sometido a un control de imagen. Telma, que por entonces vivía una vida mucho más libre, se convirtió en un problema de comunicación para Casa Real. Sus apariciones en medios, sus parejas, sus decisiones personales... todo incomodaba a la que hoy es reina. Y las advertencias llegaron desde dentro.

Jaime del Burgo tiene mucho que ver en la relación convulsa de Letizia y Telma Ortiz
La situación se agravó tras el matrimonio de Telma con Jaime del Burgo en 2012. Un enlace lleno de interrogantes, en el que Letizia ni siquiera asistió a la ceremonia religiosa. El hecho levantó sospechas en su momento, pero solo con el paso del tiempo se ha entendido la magnitud de aquella ausencia. Del Burgo era, y sigue siendo, una figura clave en el conflicto entre las hermanas.
En diciembre de 2023, estalló el escándalo: Del Burgo reveló haber mantenido una relación con Letizia mientras esta ya estaba casada con Felipe VI. El presunto affaire, encubierto durante años, salpicó de lleno a Telma, que habría actuado como cómplice involuntaria o intencionada del secreto mejor guardado de Zarzuela. Aunque la reina nunca confirmó ni desmintió nada, el daño estaba hecho.

No habrá reconciliación a corto plazo
El motivo de que apenas se hablen no es tanto por el hecho de que Telma hubiera sido esa tapadera, pues se dice que ella estaba al tanto de todo. Lo que habría molestado a la hermana de Letizia es que no consiguiera mantener el asunto en secreto, pues el que saliera a la luz no dejaba de ser una humillación para ella.
Desde entonces, no hay visitas a Zarzuela, ni siquiera encuentros privados con Leonor y Sofía, con quienes Telma tenía una relación afectuosa. La reina habría limitado los accesos de Telma a entornos oficiales, y su nombre ha desaparecido por completo de las agendas familiares. Cualquier encuentro casual se reduce a cordialidad forzada. Y aunque ambas mantienen silencio ante la opinión pública, el mensaje es claro: la relación está rota y no se espera reconciliación a corto plazo.