Durante mucho tiempo se presentó a la reina Letizia como una reencarnación borbónica de "la princesa del pueblo". Su austeridad especialmente en los vestidos que escogía para sus actos la hicieron merecedora de unos elogios por parte de algunos cronistas que se llenaban la boca destacando los modelitos low cost que cogía de su armario para lucirlos públicamente. Pero que no sufra Belén Esteban que este honorífico título continuará en su poder. Porque la reina ha vuelto a zambullirse en el lujo como si fuera un Tío Gilito revolcándose en una pila de monedas.
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Letizia no sólo se ponía vestidos de Zara de 50 euros, también optaba por unos complementos de precio bajo, bisutería como la que se encuentra su suegra Sofía cada dos por tres cuando va a comprar al Rastrillo de la infanta Pilar. La mujer de Felipe, antes de casarse con él, no se separaba de unos pendientes en forma de estrellas de diamantes de Chanel. Después, para dar imagen de reina que miraba por el bolsillo, pasó a colgarse de las orejas piezas económicas de Mango, Etsy o My Collect. Pero según informa la revista Vanitatis, la "reina de la bisutería" ya no es lo es tanto, especialmente después del verano, cuando ha vuelto a ser la "reina de Chanel".
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Explican que después de las vacaciones, los mejores amigos de la reina han pasado a ser grandes joyas, diamantes, piedras preciosas y dorados que ha lucido en cada una de sus apariciones. Quizás los spin doctors que le recomendaban prudencia en época de crisis le han dicho que ya se puede pasar la austeridad por el tosión de oro que ahora el país ya no está tan preocupado por la crisis económica y sí por otras cuestiones identitarias. Y desde septiembre se ha visto una nueva identidad en Letizia. Ahora los Bulgari, De Grisogno o Gold & Roses son habituales en las regias orejas de Letizia.
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El citado portal hace un resumen de los zarcillos que ha escogido la reina, piezas antiguas que ha recuperado de su joyero y piezas nuevas que probablemente muchas marcas le han cedido para lucir orgullosos la imagen de una reina llevando sus creaciones. ¿El más caro? Unos pendientes de Chanel, modelo Plume, representados en una pluma y elaborados con diamantes y oro blanco de 18 quilates y el módico precio de 6.800 euros.
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Incluso, ha recuperado unos Cartier que antes no acostumbraba a llevar y que en estos dos meses y medio ya se ha puesto dos veces, los más destacados de su joyero real que formaban parte de las "joyas de pasar" de la Reina Victoria Eugenia. En total, sumando el precio de todos los pendientes que ha lucido Letizia durante sus actos públicos desde que volvió la actividad de la Casa Real, la reina ha llevado colgando de las orejas 26.215 euros, sin tener en cuenta el valor de algunas joyas de incalculable valor. No sabemos si entre tanto lujo Letizia podrá escuchar correctamente lo que le dice el pueblo.