A punto de cumplirse 20 años de la trágica muerte de Lady Di, el príncipe Enrique de Inglaterra ha admitido haber acudido a terapia para intentar superar la muerte de su madre. Un fatídico accidente que habría hundido al pequeño de 12 años. De hecho, el diario inglés The Telegraph afirma que fue su hermano Guillermo quien le imploró que buscara ayuda para superar el trance.

El hijo pequeño de la princesa de Gales ha confesado haber vivido en el "caos total" desde que cumplió 20 años como consecuencia de la falta de su madre. El joven ha afirmado que sufría fuertes episodios de ansiedad y que recurrió al boxeo para poder aliviar toda la agresividad que acumulaba.

"Mi forma de lidiar con ello fue escondiéndome, negándome a pensar en mi madre". El príncipe no se avergonzó de admitir que había visitado en más de una ocasión a un psiquiatra para poder hacer una vida normal.

Esta no ha sido la primera vez, sin embargo, en que el príncipe ha hablado públicamente del dolor que le causó la pérdida:

Ahora, el nieto de Isabel II ha añadido que todos aquellos problemas acabaron teniendo un efecto muy negativo en su vida personal durante muchos años. Con una fiesta tras otra y varios altercados, es cierto que acaparó innumerables portadas.

"Puedo decir con seguridad que perder a mi madre con 12 años ha apagado todas mis emociones durante los últimos 20 años, y que eso no solo ha afectado mi vida personal, sino también el trabajo".

Ahora, sin embargo, el monarca disfruta de una vida mucho más tranquila y feliz al lado de su pareja Meghan Markle, quien poco a poco va adaptando su vida para acercarse a la Corona.