Pablo Urdangarin ha sido una de las "grandes" ausencias de la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Podría haberse plantado en el enlace más casposo del siglo, acompañando a su madre Cristina o incluso la gran sorpresa: su hermano mayor, Juan Valentín, la viva imagen de alguien que no encuentra su lugar en este mundo. Pablo tenía un compromiso laboral. Consecuencia, claro, de ser el único con un trabajo oficial, público y notorio: jugador de balonmano en el Fraikin Granollers. El equipo vallesano tenía un duelo importantísimo por la segunda plaza de la Liga Asobal, contra el histórico Bidasoa. Catalanes y vascos disputaron un partido de alto voltaje que acabó con empate en 30... y gracias. Porque los de Gipuzkoa se pueden sentir, claramente, perjudicados por una decisión arbitral sospechosa. ¿Árbitros a favor de los Borbones? El debate está sobre la mesa.

Una semana más, Pablo empezó el partido desde el banquillo. No ha convencido a los técnicos del equipo para convertirse en titular, no es el crack que sí que fue Iñaki. No formará parte de los 'Hispanos', no tendrá Juegos Olímpicos en París y no podrá competir con su tío rey como abanderado de la delegación española. Urdangarin Jr. se tiene que conformar de exprimir las oportunidades que van surgiendo en cada ocasión, y punto. No lo hace mal del todo, todo hay que decirlo. Desde su posición de extremo, siempre marca. En esta última cita, 3 veces: por debajo de su media habitual, pero aportando goles a la causa. Pues bien, en la segunda parte, con el Granollers superando el Bidasoa por dos dianas de diferencia, se produjo una jugada escandalosa. Un gol fantasma que no vio a nadie más que un árbitro. Rarísimo.

Pablo Urdangarin banquillo GTRES
Pablo Urdangarin en el banquillo / GTRES

Ya pueden repetir la jugada todas las veces que quieran y a la velocidad más lenta posible, que no verán jamás el balón entrando en la portería defendida por el portero del equipo amarillo. El estupor es total entre los aficionados al balonmano, se trata de un robo a plena luz del día y a la vista de todo el mundo. Parecería que alguien quería el triunfo del Fraikin, y por lo tanto, del royal español. De acuerdo, seremos malpensados, pero juzguen la escena. Pablo favorecido por los árbitros, lo que les faltaba a los Borbones. Todo lo que tocan, lo ensucian.

FRaikin Bidasoa gol fantasma asobal
Gol fantasma en el Fraikin Granollers - Bidasoa / Asobal

El desconcierto se apoderó de la pista e influyó negativamente en las filas del equipo local, que solo anotó dos goles más en 6 minutos de partido. Los de Irún, por su parte, resurgieron enfadados con la polémica decisión, empatando el tanteo e incluso acariciando una victoria en el último momento, que hubiera hundido definitivamente a Urdangarin y sus compañeros. Y mira que algunos pensarían que jugaban con 8 jugadores, en vez de los 7 habituales. Pues ni así: el comodín Borbón no suma.