Los reyes Felipe VI y Letizia han pasado unos días en Oviedo en el marco de los premios Princesa de Asturias. Este es el acto más significativo de su agenda, este año marcado por la ausencia destacada de su hija Leonor. Polémicas a parte, los looks de la reina Letizia han vuelto a ser muy aplaudidos, con los brillantes como protagonistas.
Durante la entrega vivieron una de las anécdotas de la jornada, cuando la selección de rugby de Nueva Zelanda dedicó la haka, una tradicional danza tribal maorí a los Reyes. Pero esta no ha sido la única sorpresa con la que se han encontrado en este viaje donde han mostrado su faceta más próxima.
Los monarcas hicieron una visita a Poreñu, galardonada con el premio de Pueblo Ejemplar. Allí, en medio de un baño de multitudes, fueron saludando a los vecinos que se habían congregado para saludarlos. Y la escena dejó imágenes bien curiosas, desde la Reina cogiendo a un bebé en brazos tiernamente, Felipe bromeando con algunas personas, gritos de "viva España y viva los Reyes" hasta incluso Letizia plantando una pequeña planta.
Para tal ocasión la Reina optó por un conjunto cómodo y otoñal, con un sencillo jersey azul cielo que ha combinado con un pantalón gris a cuadros y tallo alto de Massimo Dutti. Pero fue el abrazo que le dio a una mujer lo que más ha llamado la atención.
Y es que entre el gentío se coló Menchu Álvarez, su abuela. Con el objetivo de sorprender a su nieta, la mujer se desplazó desde el pueblo asturiano donde reside. Al verla, ambos se quedaron pasmados y rieron ante la sorpresa, antes de que Letizia le abrazara y le dijera que la veía después.
El Comercio
Unas horas después, en efecto, coincidieron en la multitudinaria comida popular que se hizo en el pueblo. Todo, once años después de la última vez que la abuela acudió a los Premios. Una tierna y curiosa escena que marcó la visita de los Reyes.