Los reyes de España ya están nuevamente en Madrid después de su visita oficial a Croacia. Llegarían cansados de tanta actividad, entre recepciones, cenas, excursiones y actos diversos. Han sufrido con el fresco y la lluvia balcánica, y también con el idioma propio del país: Letizia no pudo contener la risa oyendo a su marido Felipe VI chapurreando la lengua local. Una vida frenética la suya. Estarían deseando coger el avión de vuelta y recuperar su rutina de palacio. El vuelo, de unas 4 horas y pico, acabó de rematarlos. Directos al sobre, vaya. Cualquier oportunidad de cumplir con otros compromisos quedaba descartada. Ni siquiera para apoyar a un familiar en un día muy importante para ella. Cerraban el chiringuito y punto. Pesara a quien pesara.
¿Y a quién le pesaba? Pues a la sobrina de la reina, Carla Vigo, hija de su difunta hermana Érika Ortiz. Una joven de 22 años que ha visto cómo su madre se suicidaba, que su tía reina la ignoraba y la abroncaba, que ha sufrido bullying durante muchos años de su vida y que intenta hacer realidad su sueño de ser actriz. Una empresa en la que está poniendo todo su esfuerzo, a pesar de los batacazos: la obra de Rafael Amargo en la que participaba fue cancelada y, por lo tanto, se quedó sin trabajo. De hecho, dicen que vive de repartir publicidad por las calles mientras espera nuevas oportunidades laborales. A nivel personal tampoco pasa por su mejor momento, ya que ha roto con el novio y ha tenido que buscar casa a toda prisa. Según las informaciones que han aparecido en prensa no tardó demasiado, trasladándose a un apartamento de estudiantes con precios de lujo. Alguien debe pagar los 4.000€ de alquiler. No tenemos nada claro, sin embargo, que sea la reina de España. O quizás sí, para evitar los remordimientos por el trato gélido y distante que le dispensa. Porque no las hemos visto juntas nunca. Tampoco con sus primitas Leonor y Sofía. Hay un cordón sanitario.
Carla Vigo estrena su primer cortometraje
Vigo acaba de vivir una noche muy especial, en la que tiene muchas esperanzas depositadas. Su debut en un cortometraje, que lleva por título "Cambio de giro". Una historia de una joven que quiere ser bailarina, pero que tiene que superar mil obstáculos para conseguirlo: el argumento le encaja. Es la famosa producción en la que ha trabajado con la veterana actriz del destape Joselé Román, y que fue dirigida por Fran Antón, el amigo especial del colaborador de Telecinco Kiko Hernández. Antón no asistió a la premiere en una discoteca madrileña, seguramente para evitar a la prensa y sus preguntas. En cambio, sí que estaba otro personaje de Mediaset, Amor Romeira, a la que en Casa Real no miran con buenos ojos. Pero Carla y ella son amigas. Una unión que ni siquiera la Corona puede romper. Vigo se puso frente a las cámaras haciendo sus primeros pinitos como estrella. Pero le faltaba el calor familiar. Si esperaba que su real tía le apoyara, se quedó con un palmo de narices. Letizia, siempre tan atenta con la family.
La sorpresa familiar a Carla Vigo y que deja a Letizia fatal
No todo fueron tristezas provocadas por la sangre de su sangre. La aparición de su tía-abuela Henar Ortiz, dicen en 'Informalia', hizo que se emocionara e incluso llorara conmovida. La cosa tiene su qué, porque Henar es la otra oveja negra de la familia. Sus críticas a la monarquía, su ideología profundamente de izquierdas y en general, alejada del mainstream españolista, la han convertido en un elemento incómodo para la reina y la institución. Aseguran que ha habido más de una llamada para pedirle silencio y contención pública. Pero claro, callarla no es sencillo, no es maleable como Carla. Hace lo que le parece y lo que siente de corazón: y lo que sentía la pasada noche era que tenía que estar al lado de su sobrina. Así pues formó parte de la fiesta y de la alegría, dando un ejemplo fantástico y dejando con las vergüenzas al aire en Letizia.
Letizia esconde bajo la alfombra todo aquello que le molesta en su papel de reina. Especialmente a sus familiares. Después se sorprenden si no destaca por su bondad.