La travesía del buque escuela Juan Sebastián Elcano con la princesa Leonor a bordo se terminó este miércoles 4 de junio, cuando llegó a Nueva York. Lo hizo un día antes de lo previsto, pues se la esperaba para el jueves 5. Lo ha hecho después de recorrer más de 17.000 millas náuticas y visitar 8 países. Brasil, Uruguay, Chile, República Dominicana, Panamá, Perú, Colombia y, ahora, Estados Unidos. El viaje empezó el pasado 11 de enero en el Puerto de Cádiz. Desde entonces han pasado casi 5 meses. Un periodo que no ha sido nada fácil para la princesa, ni a nivel de salud ni a nivel mediático.
En la primera parcela, la heredera ha sufrido de cinetosis, un mal que sufren quienes no están acostumbrados a la vida en el mar. Vómitos, mareos… incluso algún desmayo en cubierta que le provocó moratones. En la segunda, la princesa ha tenido que lidiar con el acecho de la prensa. Hay paparazzi que se han pasado la travesía buscando la foto que les haga el agosto. Y lo cierto es que alguno lo consiguió, cuando fotografiaron a Leonor en bikini en Uruguay mientras paseaba junto a su ‘amigo especial’.
La escala más esperada de la princesa Leonor
Es por eso que la hija de Felipe VI y Letizia estaba esperando con ansias el momento de llegar a Nueva York. El último momento de distensión con sus compañeros y compañeras antes de volver a España. Y también una oportunidad única para conocer la ciudad que nunca duerme y sus locales más populares. Y es que Leonor no quería irse de NY sin salir con los guardiamarinas más cercanos. Su primera salida no se demoró más allá de la primera noche.

La escolta interviene
Como en otras ocasiones, la escolta no pudo estar tranquila. El equipo que protege a Leonor tuvo que intervenir para evitar fotos y vídeos indiscretos. Y también para alejar a más de un curioso que se acercaba para, en principio, saludar a la princesa.
Tampoco es que Leonor se lo pusiera fácil. Sin obligaciones a bordo del Elcano al día siguiente, la heredera tuvo total libertad para disfrutar de la noche, de las compañías y de una de sus bebidas favoritas: vodka con limón. A la hermana de la infanta Sofía siempre le gusta tomarse alguna copa que otra. En esta ocasión, el alcohol mezclado con el cansancio hizo que Leonor terminara algo perjudicada, algo normal a su edad, obligando a los escoltas a realizar una intervención más delicada, pero más eficaz.
