Las relaciones familiares en el clan Borbón son un asunto de Estado. Cada celebración familiar se convierte en una prueba de la pésima relación entre las dos ramas en la sucesión a la Corona: los Borbón-Ortiz y los Borbón. Letizia es la auténtica reina de España y cuando hizo abdicar a Juan Carlos tomó el poder marcando una línea roja entre sus hijas Ortiz y el resto de parientes Borbón: envió a Juan Carlos al exilio, Elena se quedó sin papel en Zarzuela y Cristina siguió apartada de la familia a pesar de haber quedado absuelta en el caso Nóos. El único Borbón que queda en Zarzuela es Felipe y porque no hay más remedio. En la fiesta de los 18 años de Leonor se notó el abismo por las ausencias de primos Borbón, que ni conocen a la princesa. Y el próximo viernes la infanta Cristina hará 60 años y la celebración familiar quedará corta, empobrecida, absolutamente ridiculizada por Letizia, que ha decidido que ni Felipe, ni sus hijas, ni ella pondrán un pie en la celebración. Letizia se tuvo que tragar el orgullo cuando a finales de 2023 la infanta Elena celebró los 60 años con toda la familia en el restaurante Pabú en Madrid, incluyendo el exiliado emérito, los nietos y la presencia sorpresa de Felipe y Letizia. La foto es histórica y fue la última de los reyes compartiendo nada con el resto de los Borbones:

Letizia se negó a hacerse una foto con el suegro y las cuñadas, que la detestan, pero tuvo que aceptar la invitación para los 60 años de Elena por una única razón: dos semanas antes había estallado el escándalo de Jaime del Burgo, con el tuit de la pashmina y la confirmación de que la reina había tenido una relación extramatrimonial con Del Burgo. Fueron los meses más oscuros de Letizia, la apartaban de actos oficiales, la prensa lo silenciaba tensionada, ella se consumía y la opinión pública consumía noticias de Del Burgo como quien compra objetos de contrabando. El escándalo pasó, Del Burgo se ha desintegrado y Letizia y Felipe han evitado el divorcio con un pacto de vidas privadas autónomas con discreción. Con la imagen de Letizia muy recuperada, la reina ya no tiene que bajar la cabeza y a diferencia de los 60 de Elena ahora ha rechazado la invitación para los 60 de Cristina. La fiesta será en muy petit comité.

Según publica Silvia Taulés en Vanitatis, Cristina tiene previsto hacer una fiesta en un restaurante de Madrid y la lista de invitados que han aceptado es mucho más breve que la de su hermana mayor. A la celebración de Cristina irán la reina Sofía, su hermana Irene "tía Pecu" si el Alzhéimer se lo permite, la infanta Elena y uno de los cuatro hijos, Miguel Urdangarin, porque es el que vive en Zarzuela. Juan e Irene residen en el Reino Unido y Pablo en Pedralbes. No irán. Y Juan Carlos ha rechazado la invitación por una razón: evita viajar a Madrid porque considera una vejación que no le permitan dormir en Zarzuela. En el fondo tanto le da si Cristina cumple 60 o 58, él mira por él. Tres ausencias como tres puñaladas a Cristina. La pequeña de las infantas ha comprobado no solo que Elena tuvo más poder de convocatoria en la fiesta de los 60 sino que la única razón por la que Felipe y Letizia simularon que se acercaban a la familia fue porque se descubrió al amante: Jaime del Burgo, y tenían que hacérselo perdonar. Ahora Letizia ha roto la invitación, la suya y la de su marido. La familia feliz y unida no lo era tanto. Los reyes solo hicieron el gesto con Elena para tapar unos cuernos.