La vida de la princesa Leonor está viviendo cambios a velocidad de vértigo. Y es natural: tiene 16 años, cerca de los 17, es lo que le corresponde. La futura reina (o no) de España ha vuelto al internado del UWC Atlantic College de Gales para finalizar el primer curso de Bachillerato, después de unos días de descanso de Semana Santa en Madrid. ¿Descanso? Bueno, a medias. Porque aparte de su agenda privada también ha tenido una oficial. Dos actos públicos en los que ha causado sensación. Primero por un piercing falso en la oreja, pero principalmente porque su fisonomía y rasgos son diferentes. Cada vez es más adulta, lejos de aquella imagen infantil e infantilizada de Zarzuela.
En cuanto a los actos privados, uno ha provocado otro estruendo: la visita que le hizo a su abuela materna, Paloma Rocasolano, por su 70.º cumpleaños. Allí se presentó bien acompañada. Un chico de pelo negro rizado y barba incipiente desataba todo tipo de comentarios. '¡Hola'! explicaba: "Un joven desconocido que llevaba una sudadera con el logo del colegio donde estudia la princesa Leonor y detrás el castillo de San Donato dibujado en la espalda, todos usaron la misma furgoneta". Un 'noviete', vaya.
La imagen del joven es uno de los tesoros mejor guardados, así como otros detalles sobre su identidad. Detalles que no son desconocidos para la cronista real mejor informada, la que difícilmente se equivoca por experiencia, fuentes y maestría: Pilar Eyre. La escritora, gran triunfadora en Sant Jordi con su última obra de ficción, vuelve a una de sus especialidades: la no ficción real. Y Leonor es la protagonista. Bien, Leonor y compañía. La nueva ilusión de la adolescente abre la revista 'Lecturas'. "Es alto, medio moreno, va a una clase superior y en el colegio son inseparables. Como ocurre en los amores adolescentes, a la parejita le parece inconcebible estar alejados el uno del otro. Pero que Leonor pasara las vacaciones con él era un plan imposible, por el aparato que la protege, hasta diez escoltas y dos coches policiales".
Que Leonor haya introducido al joven en su selecto círculo familiar es, según Pilar, un signo de modernidad inédito en la Casa Real: "Ni la madre ni el padre pusieron el grito en el cielo, porque ambos saben que no hay que prohibir, sino ceder, tolerar y ayudar cuando todo, inevitablemente, acabe por romperse". Recuerda lo que pasó con Felipe cuándo tenía la misma edad, y como actuó la reina Sofía: "Se enamoró de Vicky Carvajal, y estuvieron juntos hasta los 18 años. La madre de Vicky declaró después, "cuando la reina se enteró de que mi hija iba a estudiar periodismo presionó al príncipe para que la dejara". Ahora, el propio Felipe y la consorte quieren dejar que vuele, ame, y si hace falta, se estrelle. Así se aprende. Porque Pilar está segura de una cosa: el romance juvenil no va a ningún sitio: "Tranquilos, que no va a ser rey de España, a la princesa le queda mucha vida por delante". Genial.
Felipe, Leonor, Letizia y Sofía / GTRES
Por cierto, que si quieren verle la cara al joven, la encontrarán en la revista. Eyre siempre por delante del resto. Imprescindible.