Felipe VI y Juan Carlos I están más distanciados que nunca. El monarca está muy enfadado con su progenitor por sus últimos movimientos. Hace un par de meses el emérito sorprendió a Casa Real con una demanda a Miguel Ángel Revilla, uno de los políticos más queridos de España, por vulnerar su honor en uno de sus últimos libros. Unos días más tarde, ante el revuelo generado, se vio en la obligación de demandar también a Corinna Larsen, aunque finalmente la quitó. Al cántabro se le pedía que reconociese su error y pidiese disculpas, como no lo ha hecho deberán ir a juicio y en caso de perder abonarle la cantidad de 50.000 euros más los gastos de las costas de ambos.

Miguel Ángel Revilla y Juan Carlos I

Casa Real no era conocedora en ningún momento de las demandas del emérito ni tampoco de la publicación de un libro con sus memorias que podría salir a la venta este verano. Se ha desvinculado completamente y ha hecho todo lo posible para que Juan Carlos I recapacitase y retirase su demanda al políticos.

Parece que Juan Carlos I lo único que quería era desafiar a su hijo, harto de que no pueda residir de nuevo en España cerca de su familia y amigos. Está harto de vivir solo a miles de kilómetros de España. Quiere demostrar que aún sigue siendo poderoso y no piensa vivir siempre en el exilio. No quiere morir desterrado y completamente solo.

Felipe VI está muy enfadado con su padre y hace meses que ni se dirigen la palabra, el emérito ha estado a punto de echar por tierra su reinado y por ende también el futuro de su hija Leonor. Por este motivo no va a ponerle las cosas fáciles.

Juan Carlos I se queda sin visitar a Leonor por sus demandas 

Hace un par de fines de semana estuvo presente en las regatas celebradas en Sanxenxo, vigilado por la infanta Elena, pero en cuanto se terminaron se marchó a Portugal, otra de las opciones para trasladar al emérito tras cinco años en el exilio.

Tal y como anunciaron varios medios de comunicación, Juan Carlos I tenía serias intenciones de visitar a Leonor en Santo Domingo, República Dominicana, pero finalmente esa visita no se ha materializado por petición de Felipe VI. El monarca le ha prohibido bajar del avión para reencontrarse con su nieta, si lo hacía las represalias serían muy duras.

Juan Carlos I y Felipe VI volvieron a tener una fuerte discusión. Se teme que este último movimiento tenga todavía consecuencias más graves y ponga en peligro a la corona. Por ahora Leonor no ha visto a su abuelo en su aventura latinoamericana.

La infanta Elena y Juan Carlos