Juan Carlos I es un gran aficionado a la caza, así como ha demostrado en muchas -y polémicas- ocasiones. El emérito habría encontrado un coto de más de 2.000 hectáreas en la provincia de Ciudad Real, que se ha convertido en su refugio. Una casa más que lujosa que lo habría cautivado a él y a Carolina de Mónaco cuando han sido huéspedes. Una fotografía suya, de hecho, estaría colocada en el salón vestido con ropa de caza.
La finca, a dos horas de la capital, les ofrece intimidad en medio de la sierra por una escandalosa cifra, 60.000€ la noche. La casa de caza, un hotel de siete estrellas, está rodeada de uno de los cotos con más animales de la zona y ofrece la posibilidad de hacer unos safaris que han disfrutado jeques árabes, presidentes o directores de grandes compañías internacionales, según informa Vanitatis.
La casa ofrece un montón de actividades: desde paseos en globo, quad y caballo hasta pistas de tenis. En su mini aeropuerto privado aseguran que llegan 100 vuelos privados al año, facturando la finca unos cuantos millones de euros.
Todo con un servicio vestido con el clásico uniforme y una decoración digna de un castillo antiguo.
Una finca espectacular, pues, que estaría muy cotizada.