La familia real ya está contenta. Cuando menos, hacía siglos que no estaban los cuatro juntos, y ahora ha vuelto a pasar. La hija mayor ya ha acabado su formación naval que lo ha tenido medio año surcando los mares, ya vuelve a estar en casa, donde ha sido recibida con honores y condecoraciones por parte de su emocionado padre, y ante la mirada igual de emocionada y orgullosa de su madre y su hermana, que ya hace días que mueve por Zarzuela después de haber acabado el bachillerato en Gales. Reunión familiar Marín, donde le han entregado la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco en la Escuela Naval Militar.

Habrá que ver ahora a dónde van de vacaciones, si pueden coincidir algún día y hacen algún viaje secreto o si eso lo harán solo ellas, Letizia y sus hijas, como acostumbra a pasar, o quizás esta vez se sumará también el Borbón. Veremos. Lo que está claro es que los últimos días y las últimas horas en palacio están teniendo lugar muchos actos conmemorativos y con tono de festividad. Y es que después de la entrega del galardón a la guardia marina Leonor y a sus compañeros, han seguido los actos de este tipo, ahora en Zarzuela. El martes se hizo audiencia al Patronato de la Fundación del Comité Español de 'los Colegios del Mundo Unidos', acto que presidió el monarca al lado de la reina y su hija pequeña, la infanta Sofía.

Y en este acto Felipe coincidió por segunda vez esta semana con una persona muy especial para él. Alguien muy importante de su pasado a quién siempre que ve le hace una ilusión extrema. Una figura clave en su formación vital y académica, historiadora y preceptora suya durante los años de su formación como heredero al trono español. Hablamos de Carmen Iglesias, mujer clave en la vida del Borbón. En este encuentro en Zarzuela, al darse cuenta de que ella aparecía en la sala para hacerle un sentido saludo, sonrió de oreja a oreja y fue a abrazarla. Lo que llama la atención, sin embargo, es lo que dijo en aquel momento Letizia, según Monarquía Confidencial. Se ve que cuando se saludaron Felipe e Iglesias, lo hicieron "no sin antes el aviso de la reina con un amable 'cuidado' mientras Iglesias se acercaba a su ex alumno a saludarle". Un aviso, cuando menos, curioso.

Es la segunda vez, como decimos, en las últimas horas que el monarca se encuentra con su preceptora. Antes, un momento todavía más emotivo, un abrazo espontáneo y afectuoso después de la audiencia a una representación de la Real Academia de la Historia, institución que ella preside, y donde se presentó la obra conmemorativa Felipe VI. Perfiles de un decenio (2014-2024). Como indica Monarquía Confidencial, más allá del protocolo habitual en este tipo de actos, "Felipe VI rompió la formalidad con un gesto natural y sincero hacia quien, más que una profesora, fue guía intelectual y referente emocional en una etapa decisiva de su vida". Una mujer que ya tiene 83 años y que durante los años finales de la década de los 80 y buena parte de los 90, fue parte fundamental de su instrucción y formación, enseñándole, sin ir más lejos, Historia Moderna y Filosofía Política, pero siendo mucho más que una maestra.

Un vínculo muy estrecho, más allá de la clase, una mujer que ejerció una profunda influencia en su alumno más célebre: "Al finalizar el acto, ya en el momento de la tradicional foto de familia, el rey Felipe ofreció el brazo a su mentora para ayudarle a subir las escaleras y entrar de nuevo en el interior de Palacio bajo la atenta mirada del resto de invitados del Patronato, en una imagen cargada de ternura, respeto y memoria compartida".