Este jueves, el matrimonio de Felipe VI y Letizia cumple 21 años. Una fecha señalada en el calendario de la monarquía, pero que no todo lo que trae son buenos recuerdos. Son muchos los episodios polémicos que han rodeado a la pareja durante años. Y entre todos ellos, destacan los que tienen que ver con Jaime del Burgo, abogado y expareja sentimental de la reina. Su nombre se convirtió en el centro de la conversación tras su participación en las revelaciones ahora hace un año y medio del periodista Jaime Peñafiel, quien documentó algunas de las confesiones más comprometedoras sobre la intimidad de la Casa Real.

Según estas fuentes, el matrimonio entre Felipe y Letizia no habría sido fruto del amor, sino el resultado de un acuerdo estratégico, cuidadosamente negociado. En ese contexto, Del Burgo habría jugado un papel decisivo. No solo presentó a Letizia al entonces príncipe, sino que también habría sido el encargado de negociar las cláusulas del matrimonio, velando por los intereses de su entonces pareja.

Jaime del Burgo y Letizia Ortiz en Roma / GTRES

Letizia y Felipe VI pactaron tener tres hijos

Las condiciones, según han divulgado fuentes como la experta Laura Rodríguez, habrían incluido una serie de garantías económicas y privilegios vitalicios para Letizia. A cambio, ella debía cumplir con ciertos compromisos fundamentales: dar descendencia al futuro rey y mantener una imagen impecable ante la opinión pública. Las fuentes afirman que el pacto estipulaba que la pareja tendría tres hijos, emulando a Juan Carlos y Sofía. Sin embargo, tras el nacimiento de Leonor y Sofía, no hubo más intentos conocidos, y el tercer hijo nunca llegó.

Algunos rumores apuntan a que las complicaciones de salud de Letizia y sus embarazos difíciles podrían haber impedido un nuevo parto. Además, tras dos abortos, a la reina le habría costrado quedarse de nuevo embarazada. No obstante, hay quienes creen que el matrimonio ya estaba demasiado deteriorado como para seguir adelante con la ampliación de la familia. En cualquier caso, las cláusulas económicas permanecerían intactas: una pensión vitalicia multimillonaria en caso de divorcio, dos residencias con servicio completo, una de invierno y otra de verano, además de plena cobertura y discreción en sus actividades privadas.

Reina Letizia

El tercer hermano nunca llegó

El propio Felipe VI habría aceptado este matrimonio a sabiendas de la relación previa entre Letizia y Del Burgo. Incluso, según algunas fuentes, toleró su presencia frecuente en Zarzuela, e incluso durante vacaciones familiares. La clave era mantener todo bajo el más estricto silencio y sin provocar escándalos. De hecho, Del Burgo habría firmado un pacto de confidencialidad, que rompió con sus revelaciones en las redes. El motivo por el que lo hizo se desconoce. Mientras tanto, Felipe tuvo que modificar la Constitución para que una mujer pudiera heredar el trono, asegurando así que su primera hija, Leonor, pudiera ser reina de España.