Los rumores que durante años han recorrido los pasillos de Zarzuela ya no son solo susurros: cuando se cumplen 21 años desde la boda real, varios empleados del entorno real aseguran que Letizia Ortiz y Felipe VI no conviven desde hace dieciocho meses. Concretamente, desde poco después desde que la infanta Sofía se fue a estudiar a Gales y ya no tenían que fingir delante de ninguna de sus hijas. Aunque el matrimonio sigue proyectando una imagen institucional de unidad, la realidad detrás de las cámaras parece muy distinta.
El detonante de esta situación habría sido la filtración de Jaime del Burgo, el abogado que en su momento confesó haber mantenido una relación sentimental con la reina Letizia durante años. A pesar del impacto mediático, Casa Real optó por un silencio absoluto, sin desmentir ni confirmar la información. Fuentes como Maica Vasco o Laura Rodríguez dicen que, en realidad, Felipe lo sabía todo. Y que lo que realmente le molestó fue que Letizia no fuera capaz de mantener en silencio a su ex amante.

Felipe VI y Letizia dejaron de compartir techo hace un año y medio
En cualquier caso, desde entonces, Felipe VI y Letizia han dejado de compartir techo. El monarca vive en el Palacio de la Zarzuela, acompañado por su madre, la reina emérita Sofía, y otros miembros de su familia. Mientras tanto, Letizia reside en el Pabellón del Príncipe, una vivienda situada dentro del mismo recinto, pero con acceso independiente y rutinas completamente separadas. La distancia entre ambos domicilios es pequeña, pero la distancia emocional parece irreparable.
El punto de no retorno fue la marcha de la infanta Sofía a Gales para iniciar su formación internacional. Y entonces la relación entre ambos ya era convulsa. Poco después, se produjo la explosiva revelación de Del Burgo y el fin definitivo de la convivencia. Desde entonces, sus agendas se han organizado para evitar el contacto innecesario, limitando su presencia conjunta a actos públicos imprescindibles y a celebraciones familiares. Como han señalado cronistas especializados como Pilar Eyre o Jaime Peñafiel, se limitan a ser “un equipo de trabajo”.

Cese de convivencia como Juan Carlos I y Sofía
A ojos del público, el matrimonio sigue vigente. Sin embargo, Felipe y Letizia han trazado vidas paralelas. Él ha sido visto en eventos deportivos y escapadas con amigos, mostrando una faceta relajada y más cercana. Ella, por su parte, modifica su agenda para disfrutar de fines de semana lejos de Madrid, en muchas ocasiones viajando al extranjero. Cada uno se desplaza en vehículos separados por razones de seguridad, pero también por decisión personal.
Esta fórmula de “pareja oficial sin convivencia” recuerda al modelo adoptado años atrás por Juan Carlos I y Sofía, cuando decidieron mantener su matrimonio en términos simbólicos pero con trayectorias separadas. En el caso de Felipe y Letizia, la decisión parece haber sido consensuada, con el objetivo de evitar un divorcio formal que tendría consecuencias en la monarquía y, posiblemente, en el futuro reinado de Leonor.