El matrimonio entre Felipe VI y Letizia Ortiz ha sido durante años objeto de continuos rumores y especulaciones. Detrás de la imagen oficial de estabilidad y compromiso institucional, numerosos analistas y periodistas del corazón han sugerido que la realidad sería muy distinta. Una de las teorías más impactantes que circula desde hace años sugiere que la reina habría estado embarazada de un tercer hijo, presuntamente no concebido con el rey, sino con el abogado Jaime del Burgo.
La historia, ampliamente discutida en redes sociales y plataformas de YouTube, ha sido abordada por nombres como Jaime Peñafiel, Laura Rodríguez y Enrique de Diego. Según estas versiones, el supuesto embarazo se habría producido alrededor de 2008, después del nacimiento de Leonor y Sofía, las hijas del matrimonio real. El detonante de estas teorías fue una fotografía en la que Letizia aparece con un pañuelo atribuido a Del Burgo, mostrando, según algunos analistas, señales de un posible embarazo.
Letizia se habría quedado embarazada de nuevo después de Leonor y Sofía
Los defensores de esta hipótesis aseguran que la imagen no podía corresponder al embarazo de Leonor o Sofía, pues Letizia ya se habría sometido a una rinoplastia que data de después de esos nacimientos. A partir de ahí, se especuló que aquel posible tercer hijo no era del rey, sino de Jaime del Burgo, con quien Letizia habría mantenido una relación sentimental paralela.
De acuerdo con estas versiones, cuando Felipe VI se enteró del embarazo, su reacción fue fulminante. Como jefe del Estado y garante de la institución monárquica, no podía permitirse una crisis pública de esa magnitud. Se dice que entonces habría exigido a Letizia la interrupción del embarazo, temiendo que un escándalo pudiera afectar a la estabilidad de la Corona y al futuro de su hija Leonor como heredera.
Vidas por separado
Aunque esta versión nunca ha sido confirmada oficialmente ni por fuentes cercanas a la Casa Real, ha circulado ampliamente en foros, medios alternativos y espacios de opinión. Y desde entonces, según quienes sostienen esta teoría, la pareja habría mantenido las apariencias únicamente por razones de Estado, priorizando la imagen pública, la estabilidad nacional y el bienestar de sus hijas.