Aunque el divorcio entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina ya es oficial desde hace tiempo, las cosas no han terminado de calmarse en el entorno más íntimo del exduque. De hecho, uno de los conflictos más incómodos no lo ha tenido con su exmujer, ni con los medios, sino con alguien muy cercano: su madre, Claire Liebaert.

Y es que Claire, desde el primer momento, no dudó en seguir mostrando su apoyo a Cristina. Para ella, no era solo la mujer con la que su hijo estuvo casado durante más de 20 años, sino también la madre de sus nietos y una persona muy presente en su día a día. Por eso, incluso después de la ruptura, siguió viéndose con ella, manteniendo el contacto e incluso organizando reuniones familiares donde Cristina estaba invitada, pero Ainhoa Armentia, la nueva pareja de Iñaki, no.

Claire y Cristina
Claire y Cristina

La madre de Iñaki Urdangarin, fiel incondicional a la infanta Cristina

Esa actitud, con el tiempo, se convirtió en un problema serio. Iñaki sentía que su madre no estaba respetando su nueva vida, ni a la mujer que ahora lo acompaña. Ainhoa, por su parte, se veía fuera de lugar, rechazada por una familia que seguía mirando hacia atrás. Y aunque al principio el exjugador intentó llevar la situación con paciencia, al final decidió poner límites.

Iñaki ha mantenido charlas bastante directas con su madre. Le ha explicado que no puede seguir permitiendo que ella mantenga ese vínculo tan cercano con Cristina, mientras ignora por completo a Ainhoa. También le recuerda los momentos más duros que vivió cuando fue condenado y pasó por prisión. Según él, gran parte de ese daño fue para proteger a la familia real, incluida Cristina. Sentía que ya había pagado suficiente por ese pasado. Y ver que su madre ha seguido siendo fiel a una de las culpables de su encarcelamiento le arde en las entrañas.

Iñaki, Claire Liebaert, Cristina, Miguel GTRES
Iñaki, Claire Liebaert, Cristina, Miguel GTRES

Iñaki pide a su madre que ponga distancia con Cristina por respeto a Ainhoa Armentia

Claire, por su parte, siempre ha sido una mujer de carácter, y tenía sus propias ideas sobre lo que está bien y lo que no. Pero poco a poco ha ido entendiendo que su actitud estaba afectando a su hijo, y que si quería seguir cerca de él, tenía que aceptar su nueva etapa.

Desde entonces, las cosas han cambiado. Claire ha dejado de organizar reuniones con Cristina, ha limitado mucho los contactos con ella, y ha empezado a mostrar una actitud más neutral con respecto a la nueva pareja de su hijo. Aunque sigue manteniendo una relación cordial, ha marcado distancias por el bien de su hijo.