Iñaki, exyerno del rey Juan Carlos I, estuvo en el centro del escándalo del caso Nóos, que reveló una red de corrupción y estafas que afectaron a numerosas personas e instituciones. Un episodio que, por muchos años que pasen, sigue siendo un lastre importante para la monarquía española. Siempre se ha sabido que los reyes hacen y deshacen como quieren. Pero con el caso Nóos se traspasó una línea muy roja: cualquier miembro de la familia real puede ser sospechoso de corrupción.

El exduque de Palma fue condenado a prisión por sus actividades ilegales, pero poco se ha hablado de los detalles sobre cómo utilizó su conexión con la familia real para engañar y estafar a artistas españoles. Entre las víctimas se encuentran figuras como Ramoncín y Víctor Manuel, quienes recordaron, en una entrevista, cómo la organización SGAE fue manipulada por el Instituto Nóos para obtener fondos. Ambos artistas compartieron sus experiencias sobre cómo fueron involucrados en una operación aparentemente legítima que terminó siendo una estafa.

Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin
Juan Carlos I e Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin estafó a Ramoncín, Víctor Manuel y otros artistas

Según las declaraciones de los artistas, el Instituto Nóos, dirigido por Urdangarin y su socio Diego Torres, se presentó ante ellos como una consultora encargada de mejorar la reputación de la SGAE. Lo que en principio parecía una colaboración beneficiosa para la entidad cultural, pronto se transformó en una situación “ridícula”, tal como lo describió Ramoncín. El músico relató que, durante las reuniones con los representantes del Nóos, Urdangarin no estuvo presente, lo que ya generó desconfianza entre los involucrados.

A lo largo de tres años, el Instituto Nóos logró estafar más de 100.000 euros al año a la SGAE, justificando el gasto bajo el pretexto de mejorar la imagen de la organización. Víctor Manuel expresó su traición al saber que Urdangarin y Torres se habían llevado un total de 300.000 euros por un servicio que nunca se realizó de forma efectiva. “Nos tomaron el pelo durante tres años”, afirmó el artista, revelando cómo el dinero fue mal utilizado y cómo el engaño fue orquestado a través de la falsa promoción y asesoría que nunca existió.

ramoncin liarla pardo
Ramoncín en "Liarla pardo"

Estafó 300.000 euros en tres años

La participación del rey Juan Carlos I como presidente de honor de la SGAE fue clave para dar apariencia de legitimidad a esta operación. Según Víctor Manuel, el rey emérito fue utilizado para darle credibilidad a la estafa. El hecho de que el Instituto Nóos se beneficiara del nombre de la familia real fue fundamental para el éxito de este fraude, ya que muchos artistas y entidades culturales no dudaron en colaborar, creyendo que la intervención de la Casa Real validaba las operaciones.