Felipe VI cumplía años y no sentaba la cabeza. Era el único heredero al trono, no había más posibilidades porque las dos primeras eran mujeres. Juan Carlos I no confiaba en él porque no estaba muy dispuesto a casarse. Tuvo alguna pareja en su juventud, como Gigi Howard, una compañera de la mujer de Pablo de Grecia, a quien conoció en Estados Unidos. En aquella época no tenía más de 20 años y sabía que esa relación no sería para toda la vida. Después llegaron otras parejas, como Isabel Sartorius y Eva Sannum, ésta última todos pensaron que llegaría a reina de España, pero algo se truncó. Aparecieron fotografías de ella con poca ropa y la presión mediática acabó destrozando la pareja. Se cree que el emérito estuvo detrás de esta estrategia porque aunque necesitaba que su hijo se casase, tenía que hacerlo con alguien de la realeza, básicamente porque a él le obligaron a que fuese así y quería que su hijo sufriese lo mismo.
Juan Carlos I sospechó incluso que su hijo podría ser bisexual, ya que siempre estaba con muchos amigos y organizaba fiestas privadas. Se llegó a difundir el rumor durante unos años, como contó Laura Rodríguez. Sin embargo, por lo menos delante de la galería, Felipe VI formó una familia con una mujer, aunque tampoco del agrado del emérito. Otra plebeya, periodista y de padres divorciados, un verdadero escándalo, pero finalmente fue la madre de sus dos hijas, Leonor y Sofía. La princesa, la futura heredera.
Juan Carlos frenó el enlace con Eva Sannum
Según Isidre Cunill, Felipe VI no coincidió con Letizia en la cena que organizó Pedro Erquicia. No fue un encuentro casual. La reina pertenecía al catálogo de “chicas guapas de la tele” de la agencia de Javier Hidalgo. Como también Eva Sannum. Así conoció el monarca a las mujeres que han formado su historia de amor. Él siempre fue una persona muy tímida, especialmente con las mujeres.
Eva Sannum fue una de las mejores opciones que vieron como reina de España, pero a Juan Carlos I no le gustó la idea. Por este motivo el emérito hizo todo lo posible por quitársela de en medio, y más cuando vio que Felipe VI tenía serias intenciones de casarse con ella, aunque fuese para disimular y que le dejasen de meter presión con este tema. Isabel Sartorius también pudo salir de esta agencia. Todas eran modelos atractivas.