La tormenta ha estallado en Zarzuela. La Casa Real vive uno de sus momentos más delicados. Todo por unas supuestas grabaciones que vinculan a la reina Letizia con una misteriosa propiedad en República Dominicana. El escándalo, de ser cierto, es mayúsculo.
Según periodistas como Javier Castillón y Maica Vasco, la UCO (Unidad Central Operativa) ha recibido grabaciones confidenciales que comprometen a la reina. En ellas, Letizia habría conversado con el presidente Pedro Sánchez sobre temas financieros delicados. Entre ellos, una inversión fuera de España. El destino elegido: República Dominicana.

Letizia y Pedro Sánchez, en el punto de mira
¿Por qué ese país? Tiene lazos políticos sólidos con España. Pedro Sánchez ha viajado allí en varias ocasiones y mantiene contactos relevantes. En las grabaciones, Letizia le pediría asesoramiento económico directo. Algo extraño, según Castillón, teniendo en cuenta que la Casa Real cuenta con asesores financieros propios.
"¿Por qué Sánchez?", se pregunta el periodista. Esa es la pieza que no encaja. La conversación, aunque no revela ningún delito por sí misma, ha levantado sospechas. El miedo ahora es que pueda esconderse un posible movimiento de fondos ilícitos. Y eso sería gravísimo.
Las grabaciones, ahora en poder de la UCO, habrían sido remitidas al Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Fue entonces cuando se encendieron todas las alarmas en Zarzuela. Agentes del CNI acudieron al Palacio con la intención de interrogar discretamente a la reina. Pero lo que encontraron fue una escena que nadie esperaba.
Letizia los recibió a gritos. Les habló de forma despectiva, incluso violenta, según Castillón. Los echó. Sin contestar a una sola pregunta. La situación fue tan tensa que ha dejado un profundo malestar institucional. No solo en la Casa Real. También en Moncloa. Hasta ahora, ni Letizia ni Pedro Sánchez han negado nada. El silencio es total. Y a veces eso, en política, pesa más que una confesión.

RTVE desmiente la información, pero levanta más sospechas
Quien sí se ha pronunciado ha sido RTVE, que ha empezado a publicar artículos desmintiendo la historia. Así las cosas, todo se quedaría en rumores. Otras voces, sin embargo, aseguran que esa estrategia viene directamente de Zarzuela. El objetivo: tapar el escándalo, desviar la atención y ganar tiempo.
Tiempo para borrar cualquier vínculo entre la reina y una supuesta mansión en República Dominicana. Se habla de una orden directa a la consorte: eliminar cualquier rastro de propiedad o inversión en el extranjero que pueda vincularse a su nombre.
Esto significaría que Casa Real teme un escándalo de dimensiones internacionales. Por eso se habría iniciado una operación de limpieza total. Un intento desesperado por preservar la imagen de la institución y evitar un nuevo golpe a su credibilidad. En todo caso, según RTVE, todo son “invenciones sin pruebas”.