Hombres y mujeres de negro, caras serias, contactos, negocios, formalidades, nuevas tecnologías... Las puertas del Mobile World Congress (MWC) abren muy pronto por la mañana, sobre las 7.30 horas, y la Fira de la Gran Vía de Barcelona se llena de miles y miles de empresarios venidos de todo el mundo que tienen como objetivo "encontrar nuevas formas de negocio y hacer contactos".

MWC SergiAlcazar 7

Foto: Sergi Alcàzar

Las jornadas son largas y hay mucho que hacer. Hasta las 22 horas, la Fira no cierra sus puertas -aunque muchos de los accesos quedan cerrados poco después de las 19 horas-, hay muchos stands para recorrer y muchas conferencias "interesantes" a las que asistir. Seguramente, las cuatro jornadas que dura el congreso -jueves cierra antes, a las 16 horas- no serán suficientes para explorar los 240.000m2 y los 8 pabellones inacabables que hay.

Lujo y prostitución

Cualquiera que se pasee por las calles de Barcelona los días que dura el Mobile, verá que la ciudad se llena de un turismo que suele buscar productos lujosos, que se anima a cenar en los lugares más caros y a salir de fiesta a los sitios más ostentosos. Muchos también reciben ofertas de prostitutas. De lujo, claro está. Y las empresas de escorts ya prevén que harán el negocio del año.

Lo que no es tan conocido es la fiesta que se monta dentro del propio congreso. Las diferentes terrazas repartidas por la feria se llenan de empresarios dispuestos a pagar cualquier precio para tomar una cerveza o comer un sándwich de casi 6 euros. Todo sea para "tomar el aire" y fumar un cigarrillo.

El ambiente es más distendido y muchos pagan, aseguran, precisamente por eso, "para sumergirnos en otro tipo de conversaciones". Pero dentro de algunos pabellones, también hay fiesta y es "gratuita".

MWC SergiAlcazar 6

Foto: Sergi Alcàzar

La verdadera fiesta

Sobre las 16 horas, las expresiones faciales de los asistentes se empiezan a destensar y los cafés de los diferentes stands (de los que tienen) se cambian por bebidas alcohólicas. Las americanas empiezan a deslizar de sus hombros, las corbatas empiezan a desaparecer y las manos de los empresarios empiezan a llenarse de vasos con vino, cerveza, cava y alcoholes más fuertes.

mobile world congress marta e martí (8)

Foto: MEM

La tensión de todo el día da lugar a un final de esparcimiento que acabará, seguramente, en otra gran fiesta por las calles y bares de Barcelona. Pero eso llegará más tarde. A algún empresario extranjero -ya un poco entonado- se le escapa asegurar que "esta es la mejor parte del Mobile". Se nota que no es lo único que piensa así. También sorprende ver cómo los jefes de las diferentes empresas disfrutan de la fiesta con sus trabajadores y los animan a beber y a continuar bebiendo sin pausa.

Las copas corren como la pólvora y se vacían rápidamente. De hecho, hay stands que tienen más personal contratado dedicado a hacer de camarero, que no a promocionar su empresa. Es otra manera de darse a conocer porque "muchos recordarán el nombre de la compañía sólo por la comida y las bebidas" que les han servido.

mobile world congress marta e martí (1)

Foto: MEM

El pabellón 8.1 empieza a llenarse poco rato después de la hora de comer. Es "el pabellón de la fiesta", dicen muchos. De hecho, ya en el pabellón 8 hay algunas paradas, una de ellas eslovena, que sacan del armario el surtidor de cerveza. Se entonan aquí y después suben al pabellón 8.1, donde algún otro empresario, que no bebe alcohol porque su religión no lo permite, intenta atraparlos y venderles servicios aprovechándose, sutilmente, de los efectos de la bebida.

Poco a poco, sobre las 19 horas, muchos empiezan a desfilar. Las bebidas se agotan, ya no queda cerveza en muchos sitios y tienen que ir a buscar otras bebidas. Y comida para no acabar del todo contento antes de la gran fiesta nocturna. La mayoría no cogen el Metro ni el autobús, aunque con la entrada en el congreso viene una tarjeta de transporte ilimitado para los cuatro días. Prefieren hacer una cola interminable para coger un taxi.

mobile world congress marta e martí (4)

mobile world congress marta e martí (3)

Fotos: MEM

Al día siguiente, todo vuelve a la normalidad. La resaca convive con los objetivos empresariales que tienen que cumplir a primera hora de la mañana. Y, como en el Día de la marmota, todo vuelve a empezar. Igual. Saben que por la mañana volverán a recorrer todos los stands que no tuvieron tiempo de ver el día de antes (o que la fiesta no los permitió hacerlo). Pero después, volverán al pabellón 8.1 donde la fiesta, como en el día anterior, volverá a empezar y a unir empresarios en un ambiente totalmente diferente.

mobile world congress marta e martí (5)

Foto: MEM