Dos manifestaciones, de signo contrario, se han convocado este sábado en Gràcia. Por una parte, el grupo ultraderechista Democracia Nacional había llamado a sus seguidores a las 12h en los Jardinets de Gràcia, para protestar contra el cierre de la Librería Europa y el juicio contra algunos de sus dirigentes. La CUP, por su parte, había reaccionado con el anuncio de una contramanifestación a las 11h30 muy cerca, en la plaça de la Vila de Gràcia.

El encuentro

Finalmente, los miembros de la CUP, entre los que estaba la diputada Mireia Vehí, no se han concentrado en la plaça Vila de Gràcia, sino en los Jardinets de Gràcia esquina Sèneca, en el mismo sitio que se había previsto la concentración fascista (lugar que ha amanecido, hoy, lleno de pintadas de "Zona Antifa"). A las 12h se han acabado encontrando un pequeño grupo de una treintena de miembros de Democracia Nacional con unos trescientos miembros de colectivos antifascistas. Un doble cordón de los Mossos ha separado ambos colectivos en previsión de incidentes.

Los lemas

Los eslóganes de los fascistas, como "Estos anarquistas son terroristas", "Refugiados no, españoles  sí" o "Libertad de expresión" y los cantos de "Que Viva España", han quedado muy amortiguados por la mayoría numérica de los militantes antiglobalización. Los antifascistas han recyrrido a viejos eslóganes antifascistas como "No passaran", "No, no, nazis no" o "Fora feixistes dels nostres barris", e incluso han apelado a "Gràcia serà la tomba del feixisme". Pero también han coreado eslóganes más agresivos como "Pim, pam, pum, que no en quedi ni un" o "Fotos i nazis, fora del barri" (un grito contra los fotoperiodistas curioso, cuando, justamente, los nazis protestaban por el juicio a un ultraderechista por amenazas contra un fotoperiodista). Incluso ha habido algún lanzamiento de botellas de agua contra los ultraderechistas por encima de la barrera de los Mossos.

La convocatoria del acto fascista

La manifestación fascista, curiosamente, se ha convocado bajo el eslogan "Por la libertad de expresión", completado con "Contra la represión de las ideas nacionales". De hecho, algunos de los que prometían ir a la concentración advertían que "Es el momento de los nacionales". El lugar de convocatoria, los Jardinets de Gràcia, era debido a que está situado a pocos metros de la sede de la Librería, en la calle Sèneca, que por sus pequeñas dimensiones difícilmente puede acoger una manifestación.

La librería Europa

La Librería Europa fue creada en 1991 por el ultraderechista Pedro Varela. Hace poco, pues, cumplió los 25 años. Durante algún tiempo fue también la sede del grupo neonazi CEDADE, que Varela presidió desde 1978. Varela y la librería Europa se especializaron en la negación del Holocausto judío y se convirtió en un referente de la ultraderecha europea. No era sólo una librería ultraderechista para el público barcelonés, sino que sus libros y revistas se repartían por toda Europa y por la América Latina. Varios grupos de izquierda, como SOS Racisme, Esquerra Republicana o la CUP, han pedido a menudo el cierre. En 1996 hubo una operación de los Mossos en la librería, que acabó con el decomiso de muchos libros revisionistas y una condena a Varela de 2 años y 9 meses de prisión por negacionismo del genocidio. Pero Varela volvió a abrir el local. En 2010 la librería fue asaltada por un grupo de encapuchados. Y en 2011 tuvo problemas judiciales con el Estado de Baviera, porque publicó el Mein Kampf, de Hitler, y es el Estado de Baviera quien tiene los derechos (para impedir la publicación).

Imagen del Twitter de los Mossos de la operación contra la Librería Europa.

El cierre

El cierre de la librería del pasado 9 de julio se debe a una investigación de la Fiscalía de Delitos de Odio y discriminación, que ordenó sendos registros de los Mossos en la Librería Europa y en el domicilio de Pedro Varela, que acabaron con la detención de Varela y tres personas más y el comiso de 15.000 libros y numerosos ordenadores. Varias organizaciones antifascistas y antiracistas aplaudieron el cierre de la Librería Europa. Y, a pesar de todo, algunos antifascistas se han mostrado contrarios al cierre de librerías y han indicado que esta no es una estrategia correcta para combatir el neonazismo.

El caso Borràs

El otro caso que indigna a los círculos ultraderechistas es el juicio contra Pedro Chaparro, vicepresidente de Democracia Nacional. El pasado 12 de octubre, en Barcelona, Pedro Chaparro amenazó desde la tribuna de oradores de una manifestación ultraderechista, al fotoperiodista Jordi Borràs, conocido por sus reportajes sobre grupos de extrema derecha. Chaparro animó a los asistentes en "dar una buena hostia" a Borràs si se lo encontraban. Ahora, el fiscal de delitos de odio le pide 5 años de prisión por estos hechos. Chaparro ya fue condenado a seis meses de prisión por el ataque contra la Librería Blanquerna de Madrid, en el 2013, durante los actos oficiales de celebración del Onze de Setembre.