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Una furgoneta ha atropellado a decenas de personas este jueves por la tarde en la Rambla de Barcelona y ha dejado al menos trece muertos y más de un centenar de heridos, según el último balance oficial. Las dos cifras podrían incrementarse. El vehículo ha bajado por la avenida haciendo eses, llevándose por delante a todo el mundo que pasaba por allí. Daesh ha reivindicado el atentado, el segundo ataque yihadista en el Estado español después del 11-M. El autor del atropello está en fuga. Tres individuos implicados han sido detenidos.

Según han informado los Mossos d'Esquadra, el ataque de este jueves está relacionado con la explosión que ha tenido lugar la madrugada del miércoles en Alcanar y que ha dejado un muerto y siete heridos. "La conexión es muy clara, hay muy pocas dudas", ha declarado Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos. Pretendían llenar la furgoneta con los explosivos.

Daesh ha reivindicado el atentado a través de la agencia Amaq, la vía habitual de la organización terrorista para asumir la autoría. Al tratarse de un atentado, la Audiencia Nacional ha asumido el dossier de la investigación.

Los autores

Según la policía catalana, tres personas involucradas en el atentado han sido detenidas, una en Alcanar y dos en Ripoll. Son originarios de Melilla y Marruecos. El marroquí ha sido identidicado como Driss Oukabir Soprano, que tiene antecedentes por abusos sexuales. Entre estas, sin embargo, no está el autor del atropello, que todavía se encuentra en fuga.

El presunto autor del ataque sería Moussa Oukabir, hermano de Driss y menor de edad, que habría usado su documentación para alquilar una furgoneta. 

Ha habido una persona abatida después de haberse saltado un control policial en la avenida Diagonal de Barcelona y haber embestido a una agente del cuerpo. Inicialmente se ha dicho que no estaba relacionado con los hechos, pero con el paso de las horas ha abierto una nueva trama de investigación.

Los hechos

Faltaban diez minutos de las cinco de la tarde cuando el vehículo ha iniciado su recorrido en la confluencia con la plaza de Catalunya, y ha avanzado en sentido mar haciendo eses hasta el mosaico de Joan Miró, delante del Liceu, un recorrido de unos 600 metros. El conductor, un individuo que iba solo, ha abandonado la furgoneta por su propio pie y ha huido.

Los Mossos han desmentido que hubiera ningún hombre atrincherado en un bar del centro de Barcelona, como se había difundido a través de los medios de comunicación.

Los presuntos atacantes habían alquilado dos furgonetas. Con una han llevado a cabo el ataque terrorista y con la otra querían huir. Después de que los Mossos pidieran la colaboración ciudadana, este segundo vehículo ha localizado en Vic.

Inmediatamente después de los hechos, los Mossos d'Esquadra han activado la operación jaula 1 para evitar que el autor del atropello huyera de la ciudad. También se ha activado el llamado protocolo Cronos, que ha supuesto un despliegue sin precedentes en las principales salidas de la ciudad.

Al lugar de los hechos se han desplazado varias ambulancias y los heridos han sido enviados a hospitales de toda la ciudad. Se ha acordonado la zona y han cerrado las estaciones de metro, Ferrocarriles y Alrededores de la plaza de Catalunya, así como la de Renfe del paseo de Gracia, por razones de seguridad.

El terror golpea de nuevo

Tanto el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que se encontraban fuera de vacaciones, se han desplazado hasta la ciudad. El presidente español, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, también han viajado.

Desde julio de 2016, los atropellos en la calle han sido la manera en que militantes islamistas han perpetrado atentados en Europa, que han causado la muerte a más de un centenar de personas en Niza, Berlin, Londres y Estocolmo.

Es el segundo atentado terrorista de carácter que sufre el Estado español, trece años después del 11-M. El 11 de marzo del 2004 Madrid sufrió la peor masacre de este tipo en Europa, con 192 muertos después de la explosión de once bombas de forma casi simultánea en trenes de Cercanías.

Por ahora, es el segundo atentado terrorista más mortífera que vive Barcelona, después de la matanza de Hipercor, de la que este año se han cumplido 30 años. Aquella masacre de ETA dejó 21 muertos.