A 24 horas para que expire el plazo que el Gobierno dio al president de la Generalitat Carles Puigdemont para rectificar sobre si declaró la independencia, la aplicación del artículo 155 de la Constitución ha monopolizado el debate en la sesión de control en el Congreso. El portavoz de ERC, Joan Tardà, ha pedido de nuevo a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría diálogo bilateral entre ejecutivos, y ante la negativa de esta, ha acabado lanzando una advertencia: que los ciudadanos independentistas "defenderían" las instituciones catalanas y a sus dirigentes.

"La democracia siempre vencerá, le exijo que paren máquinas", ha pedido Tardà ante la vicepresidenta en un tenso cara a cara, tras los rumores sobre que la Moncloa estaría planeando sustituir al Govern de la Generalitat en pleno por un gobierno de subsecretarios. El republicano también ha aprovechado para denunciar el encarcelamiento de los dirigentes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. "Han vuelto los presos políticos, dos hombres con compromiso cívico y pacífico", ha añadido, ante el presunto delito de sedición por el cual son procesados en la Audiencia Nacional.

Santamaría, sin embargo, ha esquivado toda crítica y ha replicado afirmando que su gobierno "no podía rendir cuentas" por Sànchez y Cuixart, pues era fruto de una resolución judicial –aunque la Fiscalía sí pidió prisión–. Eso sí, le ha avisado de que la función del Ejecutivo era hacer cumplir la Constitución, y por ese motivo la aplicación del artículo 155 no se pensaba paralizar –sin concretar de qué forma se haría efectivo–. Finalmente, ha increpado a ERC que el Parlament estuviera cerrado, impidiendo de ese modo que la oposición pudiera interpelar a Puigdemont, como sí se hacía en el Congreso.