Ahora no es el momento de dar marcha atrás, sino de seguir adelante con la República. Así lo ha defendido Carles Riera, cabeza de la lista de la CUP, este domingo en el acto central en el Pabellón de la Vall d'Hebron, en Barcelona. Ha querido dirigir el mensaje especialmente a las otras dos candidaturas independentistas, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. "Les queremos decir que no vuelvan al autonomismo y el procesismo", les ha reclamado. "Por respeto al 1 de octubre", ha dicho, es hora de "hacer República" desobedeciendo al Estado y optando por la unilateralidad.

Con el auditorio con más de 2.000 personas a oscuras, el acto ha empezado cuando el escenario se ha iluminado. En medio, una urna como las que se utilizaron el 1 de octubre, que ha sido la protagonista de la noche. Es al espíritu de aquel día al que han apelado para desarrollar la República proclamada el 27 de octubre. Una frase de Mandela ha dado el pistoletazo de salida a un acto donde se han dejado ver las principales caras del presente y el pasado parlamentario cupaire. "Todo parece imposible hasta que se hace".

"Hay quienes quieren enterrar la memoria del 1 de octubre, el día que el pueblo dijo sí a la República," ha advertido Carles Riera, que ha cargado contra el "palique neofranquista" y "aquellos que bailan mientras el Govern está en la cárcel", en referencia al socialista Miquel Iceta. "¿Olvidaremos aquellos hechos? ¿Pasaremos pantalla para volver a la sumisión autonomista? ¿Apelaremos a una bilateralidad ingenua y derrorista?", ha preguntado.

En este sentido, el nuevo líder cupaire ha sostenido que van a las elecciones para "mantener viva la realidad del 1 de octubre", para "defender el poder popular que tiene que sostener la República" y para "construir la República para expulsar el fascismo de todos los Països Catalans". Pero con el "poder formal" de las instituciones no basta, ha avisado. Por eso ha reclamado "movilización permanente y autoorganización continuada".

Riera también se ha querido dirigir específicamente a los comuns, a quienes ha pedido que "paren el camino de la dignidad al 15-M a la claudicación del constitucionalismo". Les ha reclamado que se sumen al proceso constituyente, "en lugar de apuntalar la monarquía borbónica". Y al "tripartito del 155" le ha enviado otro mensaje: "No pasaréis. No os dejaremos avanzar. Pondremos nuestros cuerpos".

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La número dos por Barcelona, Maria Sirvent, ha rebatido el argumento de la fractura social del unionismo: "Lo que provoca fractura social es la persecución política, la ley de extranjería, la reforma laboral, los que no condenan la violencia del 1-O ni las agresiones fascistas, los que atacan a los medios de comunicación, los que utilizan mensajes racistas". También ha advertido a los comuns: "Su agenda social no es posible en la gestión de la autonomía, en el marco del régimen del 78". A Marta Rovira, secretaria general de ERC, le ha preguntado si "seguirá siendo la muleta de la antigua Convergència".

"El próximo 21 de diciembre saldremos a ganar y ganaremos para materializar la voluntad popular", ha prometido Sirvent.

La papelera de la historia

Una de las intervenciones más encendidas ha sido la del periodista y exdiputado David Fernàndez, quien ha asegurado que "el 155 también acabará en la papelera de la historia", en referencia a la expresión utilizada para echar a Artur Mas. También ha rebatido las palabras de Pablo Iglesias la semana pasada en Sant Adrià de Besòs. "Nosotros no despertamos el fascismo en un país donde nunca se fue a dormir", ha afirmado.

Fernàndez también ha querido dirigir un mensaje al resto de ciudadanos del estado español, a los que ha recordado que "nuestro único adversario es el Estado". El exparlamentario ha defendido que "nos querían aturdidos y nos han encontrado esperanzados en medio de la calle". Y ha añadido: "El día 21 va de la dignidad de un pueblo libre ante un Estado represor. Es hora de poner la República en pie. Ellos destruyen y nosotros construimos".

Anna Gabriel ha puesto el toque más internacionalista, asegurando que su defensa del derecho a la autodeterminación, la libertad de los presos y la democracia "es un tributo a las Madres de la Plaza de Mayo, a los resistentes mapuches o al dignísimo pueblo cubano". La exdiputada ha reivindicado que "luchamos porque lo hemos aprendido de las que luchan por todas partes".

La exparlamentaria ha protagonizado uno de los momentos más aplaudidos del acto central de campaña. "Señor Trump, saque sus sucias manos de Palestina", ha gritado. Militantes cupaires se han situado detrás suyo sosteniendo una pancarta donde se podía leer "Jerusalén, capital de Palestina".

anna gabriel palestina n.t.

"Siete machos blancos y ricos"

El acto lo ha abierto la concejala en Barcelona y número 8 el 21-D, Maria Rovira, quien ha defendido que el 1 de octubre, "a pesar de las hostias y las agresiones sexuales, y a pesar de un millar de heridos, no retrocedimos". En este sentido, ha asegurado que "nosotros solo tenemos la gente" y que "lo volveremos a hacer si hace falta". Se ha comprometido a "materializar la República feminista y socialista de los Països Catalans".

El hasta ahora diputado Albert Botran ha cargado con dureza contra lo que ha llamado "triunvirato del 155", que el 21-D quiere hacer una "marcha triunfal" por debajo de un "arco de triunfo con el artículo 2 de la Constitución grabado". Ha embestido especialmente contra el PSC, que "tiene la esperanza de pasar de puntitas" por encima de la aplicación del 155. "La represión contra independentismo y la anulación instituciones catalanas no hubieran sido posibles sin la complicidad del PSC y del PSOE", ha dicho. "Y todavía hay quien ve pactos de gobierno", ha añadido. También han anunciado que han conseguido más de 5.000 apoderados que "impedirán" un pucherazo.

La escritora y activista feminista Bel Olid, fichaje estrella de la CUP para el 21-D, ha reivindicado que el 1-O "las mujeres no solo fuimos, sino que protagonizamos la resistencia" a unas "fuerzas de ocupación machirulas que gritan «a por ellos»". Olid ha prometido que, al contrario de la Constitución española, la Constitución de la República Catalana "no la escribirán de ninguna forma siete machos blancos y ricos".