Para los que pretenden situar en el armario de los dinosaurios del partido a Alfonso Guerra, basta recordar algunos hechos y no solo el que más ha afectado a las relaciones entre Catalunya y España, aquella actitud chulesca como presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, cuando declaró que "se había cepillado el Estatut como un carpintero". Guerra representa en el socialismo español a Susana Díaz y todo el poso jacobino de la organización. Desaparecidos de los medios los Ibarras, Leguinas y Chaves, y muy mermados políticos como Bono, Guerra recuerda desde Andalucía, donde mandan los de siempre desde las primeras elecciones autonómicas, que el PSOE son ellos... aunque no ganen. Así se permite reprochar a Rajoy que no haya recurrido al 155 de la Constitución y tilda al independentismo de golpista y de franquista. Y lejos de reprocharle sus palabras, se oye en el PSOE: "Guerra es así".

Mientras Guerra sembraba su doctrina, Felipe González se dirigía a los delegados del PSOE a través de un vídeo desde Colombia, irritado como está con la elección de Sánchez. Una salutación fría de un minuto, ninguna referencia al secretario general, al que le deseó acierto. Susana Díaz acudió incómoda a la primera jornada, pero este domingo no acudirá a la clausura. Sánchez ha ganado, pero los puñales de sus enemigos difícilmente le darán un descanso. Su apuesta por la plurinacionalidad tiene dos problemas: en Catalunya, llega tarde, sin reconocimiento político, y en España, los consensos están muy lejos. Para muestra, el alcalde de Terrassa, Josep Ballart, socialista que ha dicho que no prohibirá el derecho a voto en el referéndum, que es lo que ha pedido Iceta a todos los alcaldes socialistas. En los próximos meses, Sánchez deberá decidir si busca una alianza de las fuerzas de izquierda y los independentistas que lo lleve a la Moncloa, o deja en manos de Rajoy la evolución de la legislatura. Todo tiene pros y contras, pero cuando Sánchez no arriesgó, perdió. Y, hoy por hoy, quien reparte las cartas en esta partida es el Partido Popular.