Gerard Deulofeu, la joven estrella de 23 años formada en La Masia que se marchó por Europa a madurar, está a un paso de volver al Barça. Formado en las categorías inferiores del club blaugrana, destacó en todos y cada uno de los equipos en que jugó. Su fuerte carácter y la poca entrega sobre el terreno de juego lo alejaron del primer equipo después de debutar en el 2011 con Pep Guardiola y con dos temporadas a caballo entre el primer equipo y el filial.

Una cesión en el Everton para crecer y disponer de minutos lo distanciaron todavía más de Barcelona. De prueba en la primera pretemporada de Luis Enrique, no superó las exigencias del asturiano y se volvió a marchar cedido. Sevilla, Everton de nuevo (comprado) y Milan para seguir su periplo de equipos e ir cogiendo el ritmo del mundo profesional. Con el equipo milanés esta pasada temporada se ha hecho un lugar y ha vuelto a catapultar el talento del delantero de Riudarenes.

Recompra no vinculante

El Barça, siempre al acecho de su evolución, ha decidido tomar una decisión. Sabiendo que necesitan un recambio en el extremo derecho y el mercado ha hinchado los precios, la opción Deulofeu es la escogida. Conoce el juego, la casa, puede revolucionar los partidos y es competitivo como quien más.

Si hace unos meses Robert Fernández ya confirmó que tenía la intención de proponer la opción a recompra, ahora sólo queda dar el último paso para que vuelva al Camp Nou. El precio que tendrá que pagar al Barça al Everton será de 12 millones de euros, pero todo quedará en stand by antes de una última negociación.

El dinero, en este caso no es un problema, sino cuál será la respuesta del futbolista. Ernesto Valverde tiene que confiar en el papel que puede tener Deulofeu y el futbolista catalán se tiene que ver atraído por su nuevo rol. Uno de los principales inconvenientes es el tridente, intocable y muy difícil de tener todos los minutos deseados. Ahora las dos partes tendrán que negociar si quedarse al Barça o pensar en un traspaso definitivo a otro equipo.

Mejora del problema

Su marcha del Barça fue por una falta de actitud y necesidad de madurar. A Luis Enrique no le convenció su entrega, con Bob Martínez en el Everton acabó perdiendo la titularidad, con Unai Emery no tuvo ningún tipo de feeling y con Ronald Koeman no encajaron.

Ahora con media temporada cedido al Milan ha demostrado que, por fin, con regularidad y confianza, puede ser un futbolista determinante como demostró en las categorías inferiores del Barça. "Quiero comerme el mundo e ir hacia arriba", decía al futbolista en unas declaraciones previas a la Eurocopa sub21. Además, afirmaba que "he cambiado mucho como jugador y como persona". Unas intenciones que desde el Barça se valoran muy positivamente y lo acercarán de nuevo al Camp Nou.