La editorial Clave Intelectual publica El oficio más hermoso del mundo (Una desordenada crónica personal) del veterano periodista José Martí Gómez. Un hombre que hizo un trabajo excepcional a partir "de la calle, gastando suelas de zapatos." Gracias a sus vivencias personales, en este libro nos ofrece una impresionante colección de anécdotas. Algunas son divertidas, otras inquietantes, y no faltan las realmente dolorosas. Un libro que va más allá de unas simples memorias y que constituye una valerosa reflexión sobre una toda una profesión, el periodismo, pero también sobre nuestra sociedad y sobre el mundo actual.

Un hombre incómodo

Martí Gómez recibió, a lo largo de su carrera, 27 querellas, lo que demuestra de su combatividad. Y fue absuelto de las 27, lo que demuestra su pericia periodística. Confiesa que, en su ADN, tiene inscrito "estar al lado de los perdedores". Reivindica la herencia de su amigo, el periodista Huertas Clavería, quien decía que "cada periodista tiene que hacer de su mesa un Vietnam". Martí Gómez ha informado desde el Liceu, y desde las barracas, pero confiesa que sus simpatías están por los más desfavorecidos. Y explica que se ha pasado años recorriendo los lugares más marginales de la sociedad, y que después de haber visitado los tribunales, las prisiones, los manicomios y las morgues, "entre tanto dolor, tanta frustración, tanta muerte, respiré mucha vida. El relato me lo daban ellos. Yo sólo ponía unas gotas de piedad".

Entre los grandes

Durante décadas, Martí Gómez ha informado sobre política española. Y ha conocido numerosos protagonistas de la vida de nuestro país. En El oficio más hermoso del mundo los describe magníficamente, combinando los grandes discursos con los detalles humanos y no permitiendo nunca que la empatía elimine su espíritu crítico. No se sabe cómo, Martí Gómez obtiene confesiones y confidencias inauditas. Y gracias a este caudal ingente de información, los personajes clave de la transición son retratados en las páginas de este libro con sus grandezas, y también con sus miserias. Políticos, pero también militares, jueces, intelectuales...

La transición

Martí Gómez estuvo en primera línea del periodismo catalán en los apasionantes años de la transición. Conoció a los líderes políticos de la época, los entrevistó, siguió sus campañas, analizó su trayectoria... En este libro, Gómez nos vivisecciona a Pujol, a Felipe González, a Rajoy... Y también a personajes que jugaron un papel clave en la transición, desde José Amedo, uno de los organizadores de los grupo paramilitar GAL, hasta el financiero corrupto Javier de la Rosa, pasando por Francisco Paesa, el espía más famoso de la historia de España. Martí Gómez toma partido abiertamente ante los personajes, pero en su toma de partido nunca falta la lucidez, ni la información de calidad.

El momento de oro del periodismo

Martí Gómez elogia la creatividad que alcanzó el periodismo durante la transición. Pero constata que los periodistas, tras de la muerte de Franco, se fueron acomodando "unos por ineptos, los otros por corrupción, y no pocos por debilidad"... Con la perspectiva de que da el tiempo, Martí Gómez ha cuestionado las visiones excesivamente grandilocuentes del periodismo que se difundieron durante la transición, cuando con la reivindicación de la libertad de prensa parecía que los profesionales de los medios de comunicación podrían cambiar el país y el mundo: "Tal vez creímos, al final de la dictadura, que éramos más de lo que éramos realmente. Siempre ha sido una profesión mal pagada, proletarizada, dominada por los poderes fácticos, que son el dinero y la política. Hace tiempo que nos robaron la cartera sin que nos diéramos cuenta. O tal vez no quisimos darnos cuenta de que nos la robaban". 

En el corazón de las tinieblas

Martí Gómez ha sido un destacado periodista de sucesos. Ha pasado muchas horas con policías, y también y todo tipo de delincuentes: carteristas, prostitutas, narcotraficantes... Sus artículos sobre asesinatos, robos y los crímenes más horripilantes consiguen ofrecer información de calidad humana sin caer nunca en el sensacionalismo. Martí, que ha cubierto todo tipo de informaciones, confiesa que a él le atrae especialmente este género: "Policías y periodistas de sucesos trabajan con la materia prima de las obras shakesperianas: los celos, la codicia, la pasión, la tragedia y la comedia, porque en todo suceso, por horrible que sea, los policías y los periodistas encontrarán el pequeño detalle, nimio en la frondosidad del atestado o el sumario, que los confirmará lo que hay en el ser humano de completo, atrabiliario, ignorante, soberbio".

Ética periodística

La narración de Martí Gómez no es nada cómodo para los medios de este país. Frente a las memorias autoexaltatorias, tan comunes entre otros compañeros de profesión, Martí es ácido y pone de relieve los aspectos menos amables de la prensa: corrupción, presiones políticas y empresariales sobre los medios y los periodistas, incompetencia, cobardía, insensibilidad hacia  los problemas sociales, renuncia a informar sobre temas claves... Y, en los últimos tiempos, una tendencia a banalizar la información y a convertirlo todo en un reality show. Asegura que hubo un tratamiento "nauseabundo" de los crímenes de Alcàsser, y que a partir de aquí se difundió un periodismo sensacionalista que no tenía precedentes: "Hoy todo vale con el fin de vender, de tener audiencia"; "Los códigos deontológicos son papel mojado". Ante esta tendencia, su postura, la deja bien clara: "El valor de una exclusiva es siempre menor a lo que vale la intimidad de una persona".

Añoranza

"Cuando veo llegar a todo el mundo con una botella de agua de un litro y medio a la redacción, siento que el periodismo está perdido", afirma Martí Gómez, quien recuerda con nostalgia los tiempos en que la información se trabajaba entre humo y copas. Y reivindica recuperar la dimensión humana del periodismo; reniega del exceso de información política, de ruedas de prensa donde los periodistas sólo recogen la propaganda de los políticos: "Faltan crónicas vividas", explica, y reivindica que los periodistas abandonen las redacciones y salgan más a los barrios.

Sobrevivir a la desesperanza

"Contra Franco vivíamos mejor", ironizaba Martí Gómez el día de la presentación de su libro, y probablemente no lo decía del todo en broma. La transición despertó grandes esperanzas y muchas de ellas no se cumplieron. Martí Gómez esperaba que con la caída del franquismo vendría un mundo mejor: con menos desigualdades, menos crímenes, menos castigos y más respeto. Y la evolución de Cataluña en las últimas décadas le ha provocado mucha desesperanza, aunque no ha logrado acabar con su sentido del humor. El libro se cierra con una afirmación tajante: "Tú tal vez tengas razón, pero la poca que tienes no te servirá de nada". Martí Gómez parece que ya no cree en la posibilidad de cambiar el mundo, pero no ha renunciado a sus ideas. Reclama "Sobrevivir con dignidad" en un mundo hostil. Y defiende que, para justificar unas vidas y una profesión, sólo hace falta una cosa, ser "simplemente decentes".

Un libro para empezar y no dejar

El libro se cierra con la transcripción de una conversación entre algunos grandes del periodisme: Javier del Pino, Jordi Évole, Josep Ramoneda y el propio Martí Gómez. Un epílogo completamente gratuito en un libro que, en otros aspectos, no tiene ni una línea que sobre. El oficio más hermoso del mundo informa, divierte, conmueve, obliga a reflexionar... Un texto magnífico para todos aquellos que quieran aprender alguna cosa nueva sobre el periodismo, sobre la transición, sobre la ética o, sencillamente, sobre el alma humana.