Los que descuentan la retirada inminente de Javier de Godó al frente de La Vanguardia se llevarán un chasco (otro) leyendo la entrevista que este mes publica la edición española de Forbes, una revista de estilo de vida.

—Tiene 74 años, ¿la palabra jubilación se le pasa por la cabeza?
—Salvo que me pase algo serio y no pueda seguir, soy de los que piensan que no hay que jubilarse. 

Godó ya adelanta su intención unas preguntas antes:

—¿Tiene en mente algún desafío importante por hacer antes de que se jubile?
—Muchos.

"Nunca dejar el papel"

A continuación añade: "En La Vanguardia y en el Grupo apostamos por evolucionar y no por la revolución, aunque en materia técnica sí que hemos hecho una revolución [...] nos hemos visto obligados a crear una buena web, un periódico digital, un iPad que pueda soportar archivos en formato PDF, etc. Y ¡ojo! lo más importante es no dejar nunca la edición en papel. El papel es preceptivo para mí, es de una gran importancia, y aunque bajen las tiradas (me cuesta entender que el papel desaparezca, que no haya libros...). El papel es el que marca la agenda de la vida, de la política... Es mucho más eficaz la noticia en papel que la de la radio o la televisión.

El entrevistador insiste: "Muchos editores y directores de medios importantes dicen que el papel tiene los días contados y apuestan por lo digital". La respuesta es directa: "Mientras yo sea editor de La Vanguardia nunca lo haré. Primero porque no creo en ello y porque estoy comprometido con el periodismo bien hecho y con el papel; segundo, porque lo considero un error; tercero, la monetarización de la publicidad, hasta la fecha, funciona mejor en el papel que en otros medios".

En otra respuesta clave para entender la mentalidad del actual conde de Godó, responde así a qué le tiene miedo: "A no adaptarme lo suficiente, lo que no significa tenerme que adaptar del todo a los tiempos modernos". Insiste en que lo que le gusta es hacer de editor, que dedica a leer La Vanguardia una hora y media diaria y que "el poder, si se tiene, se tiene que utilizar poco".

"No soy independentista"

Godó reconoce que su mayor error quizá haya sido "dimensionar demasiado las técnicas antiguas [...]. Sí, debo reconocer que, probablemente, el taller está sobredimensionado, con una distribución complicada y un poco anticuada, que habría que modernizar, pero lo complicado es que los sectores sindicales, o los que trabajan en las imprentas, entiendan esta nueva realidad".

Sobre las relaciones entre el periodismo y el poder político, Godó las califica de "muy complicadas", pues "desgraciadamente se han implicado dos mundos muy distintos, como son la política y la información", pero en el caso de La Vanguardia "nos hemos mostrado siempre fieles a nuestros principios, que son irrenunciables, como la moderación política, la libertad de criterio y la pluralidad ideológica".

El editor se define políticamente al ser preguntado por el movimiento soberanista catalán. "Todo el mundo tiene derecho a pensar lo que quiera. Yo no soy independentista, pero sí catalanista". De Mariano Rajoy asegura que "en líneas generales es un buen presidente" y de Juan Carlos I, no se corta: "Soy fan del Rey porque creo que, en general, ha tenido un reinado excepcional". Para Felipe VI, unas consideraciones al paso: "Está muy preparado" y "hasta ahora ha sido muy prudente".