Circoolar es una empresa de Barcelona, creada a finales del 2019, que transforma el plástico en ropa. La start-up nació con una doble finalidad: reducir el impacto medioambiental en la industria de la moda y potenciar la reinserción social y el empoderamiento femenino. El negocio salió al mercado tres meses antes del estallido de la pandemia y trabaja con materiales eco-friendly como el poliéster, materias recicladas de botellas PET y el algodón orgánico, entre otros, para trasladarlos a los uniformes laborales. De la mano de Lluís Ribó y Celina Tamagnini, la compañía tiene el objetivo de vestir de sostenibilidad a las empresas. Con el lema "fui, soy y seré", la firma se está abriendo camino en el negocio textil, pero con un planteamiento ético, ecológico y circular. "La industria textil es la segunda más contaminante del planeta y es responsable del 20% de los tóxicos que se vierten al agua", asegura Ribó en una entrevista para ON ECONOMIA. El directivo, que hace más de una década que es activista en el ámbito de la sostenibilidad, puntualiza que Circoolar se creó para generar "un modelo de impacto" y vestir a los negocios con "conciencia".

La start-up confecciona las prendas de ropa en pequeños talleres donde se da una segunda oportunidad a personas con riesgo de exclusión social y ha cerrado acuerdos con talleres profesionales para producir para las grandes empresas con las que colabora. "Nos quejamos de las condiciones indignas de talleres en el sureste asiático, pero a mí en España no me han dejado entrar en alguna fábrica por las malas prácticas que se llevan cabo", indica. Circoolar cuenta con grandes clientes como PepsiCo, Sanitas, ISDIN o El Fornet y a largo plazo quieren tener más potencial, dar servicio a centenares de negocios y generar todavía más impacto.

Obsolescencia programada en la industria textil

Además, las piezas de la marca están diseñadas para que una vez se haya acabado su vida útil puedan ser recicladas, tener una tercera, cuarta y quinta oportunidad y conseguir el residuo cero. Para confeccionar un uniforme se necesitan 18 botellas de plástico de medio litro. En este sentido, Ribó recuerda que desde que salieron al mercado han evitado utilizar prácticamente 33.500 botellas PET. Desde Circoolar se ponen las manos a la cabeza con el fast fashion y aseguran que la producción de piezas de este tipo se ha multiplicado por dos y, en cambio, su uso se ha reducido a la mitad. "Cuando veo que una camiseta vale tres euros me pregunto cómo puede ser que cueste eso. ¿Quién paga las materias primas, la mano de obra, el espacio, los materiales?", se pregunta Ribó, que critica el exceso de consumismo y la obsolescencia programada en la industria de la moda.

Ribó explica que "las mascarillas les salvaron la vida". ¿El motivo? Son de un solo uso, contaminantes y cuestan de reciclar, por eso decidieron buscar una alternativa sostenible. "El primer año facturamos unos 105.000 euros y más del 50% fueron mascarillas, el resto fue ropa laboral. El año siguiente los ingresos fueron similares, pero el importe por mascarillas fue del 20%. Este año prevemos facturar el triple, pero todo será facturación de ropa laboral, prácticamente no hemos fabricado mascarillas", señala. Además, concreta que "fueron un flotador" que les sirvió para no desplomarse en sus primeros meses de vida, pero que ahora ya se están adentrando plenamente en la elaboración de ropa laboral, uniformes y merchandising.

"Queremos ser el Ecoalf de la ropa laboral"

"Queremos ser un referente en la apuesta por la ética y la sostenibilidad en la ropa laboral. De hecho, aspiramos a ser el Ecoalf de la ropa laboral", declara el empresario. Además, añade que no quieren ser los únicos, sino que esperan compartir su filosofía con otras empresas y players que se quieran introducir en este mercado. "Cuantas más personas, negocios y compañías seamos, más palancas podremos activar para cambiar la dinámica del mundo", apunta. Sobre si se plantean expandir el negocio, Ribó confirma que "de momento no" y que con el incremento del coste de las materias primas y de la energía, "veremos dónde queda la parte de sostenibilidad dentro de las empresas".

Inyección de capital

Circoolar está a punto de abrir una ronda de inversión para "sobrevivir durante este tiempo de incertidumbre". ¿La cifra? "Queremos conseguir un millón de euros con tickets mínimos de 100.000 euros". La start-up cerró una primera ronda de financiación en el 2021, donde obtuvo 100.000 euros y que los complementó con un préstamo ENISA -empresa pública dedicada a la financiación de proyectos- de 100.000 euros más. "Queremos invertir en la parte de innovación, de desarrollo del proyecto y crear alianzas con otros partners".

La firma se ha convertido en la primera empresa especializada en ropa laboral con verificación Ethical Time, cuenta con el sello Ship2B al reconocimiento a un modelo de negocio de impacto social y medioambiental, el certificado Go Circular Pass de Ecoembes reconociendo el modelo de negocio circular, el premio innovación con impacto social por BIZ Barcelona 2021 y fue la start-up ganadora en el ámbito mundial del programa Ecodisruptive del Grup BUPA (Sanitas).