En una decisión estratégica que marca el ritmo de la carrera global en inteligencia artificial, Meta Platforms, la matriz propietaria de Facebook, ha anunciado hoy una inversión sin precedentes de 600.000 millones de dólares (aproximadamente 518.531 millones de euros) para el despliegue de tecnologías de IA en Estados Unidos durante el próximo trienio.
El anuncio, que pone de manifiesto la ambición de la compañía por consolidarse como líder en esta área clave, fue efectuado por su presidente y consejero delegado, Mark Zuckerberg.
En su mensaje, Zuckerberg reveló que la iniciativa ya ha sido notificada a la administración del presidente Donald Trump, señalando un reconocimiento de la importancia estratégica nacional del proyecto. El máximo dirigente de Meta añadió un importante matiz al compromiso inicial, indicando que es "muy posible" que se destinen fondos adicionales más allá de la cifra astronómica ya mencionada, en función de las necesidades y oportunidades que se vayan identificando.
Este movimiento financiero colosal, sin embargo, se produce en un contexto de reajustes internos. Justo el pasado miércoles 22 de octubre, Meta informó de un recorte de aproximadamente 600 puestos de trabajo en su unidad dedicada a la inteligencia artificial.
Según fuentes de la compañía, esta medida responde a una necesidad de "agilizar operaciones" y reorientar recursos, pero se ha enfatizado que no afectará al núcleo de innovación más reciente: el laboratorio de investigación avanzada TBD Lab, donde la multinacional tecnológica continúa con una política de contratación activa para atraer el mejor talento especializado.
La inversión anunciada hoy no se limita al ámbito interno de la compañía. Como parte fundamental de este ensanchamiento estratégico, Meta también ha revelado la creación de una sociedad conjunta con la firma de inversiones Blue Owl Capital. El acuerdo establece que Meta controlará el 20% de la *joint venture*, mientras que Blue Owl Capital poseerá el 80%.
El objetivo de esta alianza es tan ambicioso como la inversión principal: el desarrollo y la propiedad del proyecto *Hyperion*, un campus de centros de datos de última generación diseñados específicamente para satisfacer las demandas computacionales extremas de las próximas generaciones de modelos de IA. Ambas partes se comprometen a financiar proporcionalmente este megaproyecto, valorado en 27.000 millones de dólares (unos 23.334 millones de euros).
Una apuesta por el dominio tecnológico y geopolítico
La magnitud de esta inversión de Meta traspasa el ámbito meramente empresarial para situarse en la esfera geopolítica. Con este movimiento, la compañía no solo busca acelerar el desarrollo de sus propios modelos de IA generativa y sus aplicaciones en las redes sociales y el metaverso, sino que también está participando activamente en la carrera tecnológica que enfrenta a Estados Unidos con potencias como China. La notificación formal a la Casa Blanca es un indicio claro de este trasfondo.
La simultaneidad entre el anuncio de la inversión multimillonaria y el reciente recorte de personal en su unidad de IA puede parecer paradójica, pero refleja una realidad común en el sector tecnológico: la necesidad de una reestructuración continua para priorizar las áreas con más potencial de futuro, aunque esto implique sacrificar otros segmentos.
La creación de la joint venture con Blue Owl para la construcción de centros de datos especializados subraya que una parte sustancial de estos fondos se destinarán a la infraestructura física y energética que requiere la IA, un elemento crítico y de costes enormes.
En conjunto, la estrategia de Meta se perfila como un intento integral de construir un ecosistema completo y autosuficiente alrededor de la inteligencia artificial, desde el hardware (centros de datos) hasta el software, asegurándose los recursos necesarios para competir en lo que muchos consideran la próxima revolución industrial.