El complejo industrial de Seat en Martorell ha dado un paso definitivo en su transformación hacia la era eléctrica con la inauguración de la nueva planta de ensamblaje de baterías. Una instalación estratégica, la primera del grupo Volkswagen fuera de Alemania con estas características. El acto ha contado con la presencia del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y del ministro de Industria, Jordi Hereu, que han reivindicado este proyecto como clave para la "democratización" del coche eléctrico en Europa.
La nueva fábrica, que ha representado una inversión directa de 300 millones de euros y se ha construido en poco más de dos años, es un eje vertebral para el futuro eléctrico de la compañía. Con una superficie de 64.000 metros cuadrados, la planta tendrá una capacidad de producción de hasta 1.200 sistemas de baterías al día, que se traduce en un total de 300.000 unidades anuales. Este ritmo permitirá crear un módulo completo cada 45 segundos.
La inauguración marca la "recta final" para el lanzamiento comercial de dos modelos clave: el Cupra Raval, que se presentará mundialmente en Barcelona en marzo de 2026, y el Volkswagen ID.2all. A partir de 2026, la planta dará servicio "exclusivamente" a las líneas de producción de estos vehículos en Martorell. Los módulos de baterías se trasladarán de forma totalmente automatizada hasta el taller de montaje final a través de un puente aéreo de 600 metros.
El consejero delegado de Seat y Cupra, Markus Haupt, ha destacado la trascendencia del momento. "Estamos preparados para producir coches 100% eléctricos que harán la movilidad eléctrica accesible a toda Europa", asegura el directivo. Haupt ha remarcado que "podemos decir que nuestras instalaciones están prácticamente a punto". El Cupra Raval, el primer modelo eléctrico urbano de la marca, se posicionará como un vehículo de acceso con un precio de partida de unos 26.000 euros. Además, será uno de los primeros modelos del grupo en incorporar el catalán como idioma disponible en su sistema de infoentretenimiento.
Una apuesta de país con el apoyo institucional
Tanto el president Illa como el ministro Hereu han enfatizado la importancia de este proyecto no solo para la compañía, sino para todo el tejido industrial catalán y estatal. "La clave del futuro es conseguir democratizar el coche eléctrico y que llegue a todo el mundo", ha afirmado Illa, recordando que el sector de la automoción representa el 22% del PIB industrial catalán. El president también ha aprovechado para pedir a la Unión Europea que "reconsidere" los aranceles aplicados al Cupra Tavascan, fabricado en China. Por su parte, Jordi Hereu ha lanzado un mensaje de ambición. "Desde Martorell, desde Catalunya, desde España, os toca hacer llegar la movilidad eléctrica a millones de hogares europeos", ha expresado el dirigente socialista. Illa ha recordado que uno de cada cuatro vehículos vendidos en Catalunya en 2025 ya es electrificado, un indicador que, según dijo, muestra que "vamos por el buen camino" para cumplir los objetivos del Plan de Impulso del Vehículo Eléctrico 2025-2030.
Con esta transformación, la fábrica de Martorell se "refuerza" como la tercera planta del grupo Volkswagen con más volumen de producción en Europa. Actualmente, es responsable de aproximadamente el 25% de la producción total de automóviles del Estado. El objetivo es alcanzar una capacidad máxima de 600.000 vehículos anuales, con la previsión de que la mitad puedan ser eléctricos en un futuro.
La inversión total del grupo Volkswagen en electrificación en el Estado desde 2020 hasta la actualidad se acerca a los 10.000 millones de euros, de los cuales más de 3.000 millones se han destinado específicamente a las instalaciones de Martorell. El acto protocolario también ha tenido una fuerte representación sindical, con la presencia de los secretarios generales de UGT en el Estado y en Catalunya, Pepe Álvarez y Camil Ros, así como de la secretaria general de CCOO en Catalunya, Belén López. Del mundo político han asistido, entre otros, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el adjunto a la presidencia de Junts, Albert Batet, evidenciando el amplio consenso alrededor de este proyecto industrial.