La firma de perfumes Puig ha inaugurado este miércoles, en un acto presidido por los reyes de España, Felipe VI y la Letizia la Torre Puig T-2, ampliación de su sede corporativa de Barcelona. Los reyes han visitado los espacios donde trabajan cerca de 500 empleados del hub de operaciones de la compañía, entre los que se encuentran un centro de innovación. Destacan también la formulación de fragancias, el cuidado de la piel y maquillaje, el consumer y product testing y el FabLab, un espacio de creación donde tienen cabida los nuevos diseños. 

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, han asistido también a la inauguración, así como la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín, y el primer secretario del PSC, Salvador Illa. 

El presidente ejecutivo de la firma, Marc Puig, ha asegurado que el espacio responde a la apuesta por Barcelona, "por la ambición y el crecimiento, por la sostenibilidad con la certificación de LEED Gold para el edificio y por el cuidado de las personas que trabajan en Puig". "Con el nuevo edificio de Torre Puig-T2 ampliamos nuestra sede corporativa en Barcelona cuando se cumplen 10 años de la inauguración de la primera Torre Puig, T1. ¿Quién iba a pensar en 2014 que en tan poco tiempo íbamos a necesitar una segunda torre?", ha añadido. 

El estudio de arquitectura GCA  Architects ha diseñado esta nueva sede de 21.000 metros cuadrados y 20 plantas, superficie acristalada y volumen dinámico con cuatro cubos superpuestos. Tiene además 6 ascensores inteligentes y tres plantas de aparcamiento con estaciones de carga para vehículos eléctricos. Las terrazas ofrecen vistas panorámicas de Barcelona.

Menos gasto energético

El diseño de la torre se ha hecho con el objetivo de reducir el gasto energético durante su uso, así como el impacto ambiental durante su construcción, según informa la propia empresa. Los sistemas de producción de energía solar y fotovoltaica, explican desde la firma, compensan el 25% de la huella de carbono del edificio. La etiqueta de eficiencia energética A y la certificación LEED Gold con una puntuación 71/100 que acredita el reducido impacto ambiental del emplazamiento son algunos de los avales de este esfuerzo. 

El hub de operaciones de Puig estará en esta segunda torre y en él se encuentran los laboratorios de investigación y desarrollo para fragancias, maquillaje y cuidado de la piel, así como los equipos de packaging, compras, calidad y cadena de suministro. Innovación aplicada, prototipaje y test de compatibilidad, así como tecnología experiencial aplicada al mundo olfativo y un espacio para panelistas también se ubicarán en esta torre. Los equipos de recursos humanos y controlling, estrategia industrial y sostenibilidad completan un edificio que también abre espacio al arte. 

Espacios polivalentes, zonas abiertas informales, espacios burbuja de tamaño individual o una biblioteca silenciosa se han construido con el objetivo de priorizar "el bienestar de los empleados", según la empresa. 

Lo hace con una segunda escultura de Joan Miró realizada para la empresa. Se trata de una obra creada en 1970 a partir de una pastilla de jabón, con 2,50 metros de altura, que la Fundación Joan Miró cedió en 2017 a la compañía de perfumes. 

Fundada en 1914, Puig, una de las mayores empresas catalanas, facturó 3.620 millones el año pasado y vende en más de 150 países, así como tiene oficinas en 32 de ellos. Entre los perfumes de la firma se encuentran Rabanne, Carolina Herrera, Charlotte Tibury, Jean Paul Gaultier o Nina Ricci.