El presidente de Unicaja Banco, Manuel Azuaga, reconocía este jueves durante la Junta de Accionistas que el banco ha celebrado en Málaga, que existe cierta desorganización en la relación que existe entre la entidad y la plantilla, aunque lo achacaba a la fusión. "Cualquier proceso de fusión, cuando además va unido a la reestructuración de oficinas y empleados, produce desajustes. Pero se están tomando medidas para que las relaciones laborales se desenvuelvan en un clima de diálogo, consenso y acuerdos con los representantes de los trabajadores", apuntaba.

El ejecutivo ha querido zanjar así la polémica después de casi media hora de intervenciones por parte de los grupos sindicales, que han aprovechado el turno de preguntas para reprochar a los consejeros y al presidente el mal clima laboral que hay en Unicaja desde que cerraron la fusión con Liberbank. De hecho, tras salir a la calle en 2021 por el ERE y en 2022 para reclamar una subida salarial, este mismo jueves parte de la plantilla también se ha concentrado frente a la sede del banco en Málaga aprovechando la celebración de la Junta para protestar por la crisis de Gobernanza.

CCOO, el sindicato mayoritario del banco, ha acuñado el término "liberbankarización" de Unicaja, para referirse de la mala gestión de las relaciones laborales que existe en la entidad desde que absorbieron al banco asturiano. Si bien, Liberbank se caracterizaba precisamente por estar siempre envuelto en problemas judiciales con sus trabajadores.

Desde CESICA han criticado el incremento de las remuneraciones de la alta dirección, "mientras la plantilla ocupa el último lugar en comparativa con el resto de los bancos cotizados de nuestro país"; Grosso modo, todos los sindicatos han dejado claro el malestar que existe entre los empleados tras imponerles un nuevo modelo de oficinas. También juzgaban la falta de personal en las oficinas tras el ERE que Unicaja ha puesto en marcha para más de 1.500 personas, además de los desajustes salariales que hay entre los empleados, que "pese a realizar la misma función" no cobran igual por proceder de entidades distintas.

Manuel Azuaga se ha mostrado claro "no voy a responder a las intervenciones". A su juicio, en estas críticas "no se ha planteado ninguna pregunta que deba ser respondida" y además no tenían que ver con el orden del día de la Junta. Mientras el presidente de Unicaja no ha querido profundizar en estas quejas, el consejero delegado, Manuel Menéndez, a quien le han llegado a pedir la dimisión, solo ha respondido a un accionista que preguntaba sobre la posibilidad de que Unicaja realice una recompra de acciones.

"Es una medida que Unicaja hizo en el pasado Unicaja. Después de la fusión consideramos que era mejor esperar un tiempo y demostrar la capacidad de generar capital, pero está dentro de las posibilidades que los accionistas valorarán en el futuro y en los precios que está ahora la acción está más que justificado y además muchos bancos lo están haciendo en Europa", indicaba.

El impacto de la subida de tipos "será limitado"

El presidente de Unicaja aprovechaba su discurso para analizar el contexto económico y destacaba que, a pesar de que la "normalización bancaria" (la subida de tipos de interés) les resulte "favorable" para por ejemplo, el aumento de los ingresos recurrentes, "es preciso tener en cuenta que su impacto sobre los resultados se verá limitado". Entre otros factores, explicaba Manuel Azuaga, por las presiones al alza sobre los costes de financiación y por el gravamen temporal impuesto por el Gobierno español para los próximos ejercicios.

Del mismo modo, el banquero andaluz dejaba claro que "la situación de incertidumbre" que rodea al actual escenario de desaceleración económica y elevada inflación viene a alterar las perspectivas de la evolución del negocio, junto con las referentes a las de la calidad de los activos. Esta se verá puesta a prueba ante la reducción de la capacidad de pago de los hogares y empresas ante la caída de las rentas reales y el endurecimiento de las condiciones financieras, lo que puede tener incidencia en materia de dotaciones y provisiones. "La realización de los test de estrés de la EBA, cuyos resultados se publicarán el próximo verano, constituirán una buena piedra de toque para evaluar estos impactos en los escenarios más adversos", agregaba.

El consejero delegado, Manuel Menéndez, ha querido referirse a "la elevada volatilidad" que en las últimas semanas se está viviendo en los mercados financieros y especialmente el sector bancario. Una volatilidad que ha estado influenciada por los problemas de liquidez que han experimentado algunas entidades, principalmente en Estados Unidos. "Unicaja Banco mantiene una gestión prudente del riesgo y unos elevados niveles de solvencia y liquidez, que, junto a las características de nuestra actividad, nos sitúan en unas condiciones diferentes de las entidades que se han visto afectadas por la crisis que estamos viviendo estas últimas semanas", aseguraba.

A pesar de las incertidumbres, "esperamos cumplir las expectativas comunicadas al mercado", principalmente por el reprecio del balance ante las continuas subidas de los tipos de interés, además de la consecución de las sinergias pendientes de la fusión y tras mantener un bajo perfil de riesgo y unos elevados niveles de coberturas, concluía.