El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, salió este martes en defensa del eusquera después de que el lehendakari Iñigo Urkullu fuera abucheado el lunes, en la sesión inaugural del congreso de empresas familiares que se celebra en Bilbao, precisamente por hablar en la lengua propia de los vascos.

Sendagorta abogó por realizar una “labor de pedagogía en relación con el eusquera”. Subrayó que “para nosotros es importante el idioma, es un tesoro”.

Intentó quitar hierro en la polémica desencadenada cuando, ante las insistentes toses y ruido de fondo de parte de los asistentes al congreso, Urkullu suspendió su discurso en eusquera durante casi medio minuto. Luego continuó hablando un rato en su lengua materna, sin que nadie le importunara, antes de pasarse al castellano.

El presidente del IEF aseguró que mantiene una interlocución “muy cercana” con el lehendakari y que, este mismo martes, habló con él con toda la cordialidad. Añadió que Urkullu siempre ha estado “muy cariñoso” y dio por cerrada la polémica.

Sendagorta preside la compañía de ingeniería Sener, especializada en soluciones para la industria aeroespacial y de defensa. Exmilitar de origen vasco, reside en Madrid aunque viaja a menudo a Euskadi, donde está la sede de su grupo empresarial. Sener también cuenta con un centro de investigación y desarrollo en Cerdanyola del Vallès (Barcelona).

Al finalizar el Congreso de la Empresa Familiar, a preguntas de los periodistas, evitó generar nuevas controversias sobre el acuerdo entre el PSOE y Sumar para reeditar el acuerdo de coalición para mantenerse en el gobierno. Entre otras cuestiones, este acuerdo contempla la continuidad de las actuales políticas fiscales y la reducción de la semana laboral a 37,5 horas.

Esquivó las insistentes preguntas de los informadores sobre política fiscal –“Pagamos impuestos, que hay que pagarlos”, dijo– y la laboral –“Estamos a favor de la conciliación empresarial y familiar”–. Tampoco quiso valorar la amnistía para los dirigentes independentistas catalanes, aunque indicó que “todo lo que respete la Constitución, se puede hablar”.

En su discurso de clausura del congreso, Sendagorta ofreció la colaboración del Instituto de la Empresa familiar para superar el “clima de crispación presente en la sociedad”. Como afirmó el lunes en la inauguración, este martes repitió en la clausura que “el respeto institucional y el marco constitucional son esenciales para el desarrollo de las empresas y para nuestro progreso como país”. Luego, también esquivó profundizar sobre estas cuestiones.

Estaba previsto que Pedro Sánchez cerrara este congreso, pero el pasado viernes excusó su incomparecencia. Sendagorta tampoco criticó el plantón, sino que destacó el gesto de enviarle al ministro José Luis Escrivá.

El próximo congreso del IEF, el número 27, será en Santander el próximo año. Pero antes, el mayo, se celebrará la asamblea en la que se relevará a Sendagorta como presidente al cumplir el mandato de dos años.