Unicaja cambia de auditor por primera vez en diez años. PricewaterhouseCoopers (PWC) ha sido la consulta de referencia para el banco andaluz desde 2012 y hasta el pasado 2022, unos años marcados por su salida a bolsa y el posterior salto al IBEX, pero sobre todo por la fusión con Liberbank, que le ha convertido en el quinto banco más grande del país por activos. La Ley no permite que este tipo de contratos se extienda más de una década para garantizar la independencia de las auditoras con las compañías, de manera que la entidad que dirige Manuel Menéndez ha tenido que poner fin a su contrato.

El banco con sede en Málaga llevará a la próxima junta de accionistas, prevista para el día 30 de marzo, la elección de KPMG como nuevo auditor para los próximos tres años. La Ley de Auditoría de Cuentas establece el período mínimo y máximo de duración de los contratos, fijándolos con carácter general en 3 y 10 años, respectivamente. Por lo que pueden ir renovándose cada trienio hasta alcanzar la fecha límite.

“Teniendo en cuenta que el periodo de actividad de PwC concluye con la auditoría de cuentas del ejercicio 2023, por haber agotado el plazo máximo previsto en la normativa vigente, la Comisión llevó a cabo en 2022 el procedimiento para la selección de un nuevo auditor”, explican, cuyo ganador fue KPMG.

Auditar las cuentas de una cotizada, y sobre todo, de una empresa del IBEX es tomo un ‘caramelo’ para las Big Four por los altos honorarios que reciben. Unicaja no ha desvelado a cuánto asciende el contrato, pero en su informe financiero anual indica que pagó a PwC casi 3,5 millones de euros en 2022. En concreto, 2,5 millones por auditar las cuentas del banco y otros 977.000 euros por “otros trabajos” de verificación contable y regulatorios.

Por su parte, KPMG renovará el contrato que tiene con Aena tres años más, hasta 2027 y conforme a la Ley será la última vez, pues la gestora aeroportuaria ya había adjudicado el contrato de auditoría a esta consultora dos veces más, para el periodo 2017-2019 y después, para el de 2020-2022. Pero el nuevo contrato suscrito por las dos compañías ha sido más generoso que los del pasado.

Según se desprende de la licitación pública, Aena pagará entre 2,9 millones y 3,5 millones de euros a KPMG frente a los 1,5 millones que le pagó en los últimos tres años, conforme al contrato firmado para los ejercicios 2020, 2021 y 2022. Este incremento de precio, de más del 100% tiene que ver con la inflación y los planes de expansión de la compañía que preside Maurici Lucena.

Hasta la fecha, Aena tenía la gestión de 46 aeropuertos españoles, además de el de Murcia (que no es de su propiedad sino de la Comunidad Autónoma, por lo que está en régimen de concesión) el aeropuerto London- Lutton (donde controla un 51%) los 12 aeropuertos de México, y los dos de Colombia y Jamaica. Pero KPMG debe auditar ahora las nuevas adquisiciones en Brasil, con las que antes no contaba.

En verano del año pasado, Aena resultó adjudicataria del contrato de concesión de 11 nuevos aeropuertos en Brasil, incluyendo el de Congonhas (Sao Paulo), el segundo con mayor tráfico aéreo en el país. La compañía firmará el contrato y empezará su gestión de manera oficial durante el primer semestre de este 2023, según adelantó Lucena en la presentación de resultados hace solo unos días.

A partir de ese momento, la empresa empezará a operar una red de 17 aeropuertos en Brasil, pues ya lo hacía con 6, así que se convertirá en el gestor de la mayor red de aeropuertos concesionados del país. Esto hace que los honorarios de KPMG suban aunque ya auditaba las cuentas de este país, el volumen será ahora mayor.  

El importe que destinará Aena a pagar a KPMG estará en línea con los honorarios que percibe también esta auditora por parte de otras compañías, como Banc Sabadell, que el año pasado pagó 2,8 millones de euros por sus servicios. Pero estará muy debajo de lo que pagan otras firmas del IBEX.

Es el caso de CaixaBank, que abonó el año pasado 6,2 millones a PricewaterhouseCoopers (PwC) y el Banco Santander, que desembolsó más de 113 millones de euros también a PwC, a quien por cierto reelegirá en su junta de accionistas del 31 de marzo por otros tres años más, siendo previsiblemente la última vez que audite sus cuentas pues inició el contrato con la entidad que preside Ana Botín en 2017.