La apuesta por la electrificación y por las renovables de Iberdrola centrará las inversiones previstas hasta 2026 por la compañía, que ha actualizado este jueves su plan estratégico. La empresa invertirá 41.000 millones y prevé contratar 10.000 personas hasta 2026. Un 60% de la inversión neta irá destinada a la mejora de las redes y los mercados anglosajones se llevarán más de la mitad del pastel inversor, con un 35% previsto en Estados Unidos y un 25% en Reino Unido. 

Con esta inversión, que incluye la compra del 18,4% de Avangrid por unos 2.280 millones de euros para hacerse así con el 100% de su filial estadounidense, Iberdrola aspira a conseguir 5.600 millones de beneficios. Más allá de Estados Unidos y Reino Unido, España y Portugal coparán el 15% de las inversiones, Latinoamérica el 15% y Alemania, Francia, Australia y otros países de la Unión Europea se llevarán el 11% de las inversiones. 

La empresa ha anunciado también su plan de dividendos, que alcanzará los 11.000 millones hasta 2026, repartiendo entre el 65 y el 75% del beneficio entre los accionistas. El plan prevé como mínimo 0,55 euros por acción, que fue lo que pagó en 2023, aunque espera que el dividendo alcance entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026. 

El presidente ejecutivo de Iberdrola, Ignacio Galán, ha explicado que la regulación actual limita las inversiones de Iberdrola en España, por eso queda relegada tras Estados Unidos y Reino Unido en las inversiones. Ante la prioridad en redes, Galán ha recordado en la call con inversores que las energéticas no pueden invertir más del 0,16% y que se encuentra en "conversaciones" con el Gobierno para aumentar ese techo que limita su inversión. 

Más "selectivos" en renovables

La empresa ha defendido ser "más selectivo" con la inversión en renovables y su mayor foco en redes por su "condición de servicio público" y por el "importante retorno". "Las redes en Estados Unidos están obsoletas en comparación con Europa, es un país donde hay potencial para invertir", ha defendido Galán. 

La energética prevé invertir 21.500 millones en redes de distribución (un 44% en Estados Unidos, un 25% en Reino Unido, un 21% en Brasil y un 10% en España), entre los cuales 15.000 millones irán destinados a la distribución y 6.500 en transporte. Con esta inversión, Iberdrola espera fabricar 4.900 kilómetros de línea y 122 subestaciones en Estados Unidos, 4.300 kilómetros de línea y 160 subestaciones en Reino Unido y 2.400 kilómetros de línea y 7 subestaciones en Brasil. 

En cuanto a las renovables, en las que invertirá 15.500 millones, más de la mitad, un 54%, irá destinada a la eólica marina. En este ámbito, el retraso de la subhasta española, que todavía no está abierta, limita las posibilidades de inversión local y, de hecho, no tiene inversiones previstas para este periodo en España por lo poco avanzado que está el proceso. La mayoría de inversiones irán destinadas a prouectos ya en operación en Reino Unido, Alemania, Francia y Estados Unidos. Con 1,8 GW en funcionamiento y 4 en construcción, Iberdrola espera alcanzar los 4,8 GW en eólica marina en 2026. 

En cuanto a la eólica terrestre, las inversiones se han ralentizado y tan solo hay previstos 1,8 GW más hasta 2026, de forma que la empresa alcance los 22,7 GW de eólica terrestre en funcionamiento para entonces. Lo mismo vale para la fotovoltaica, con 4 GW en construcción o a punto que permitirán llegar a los 9,9 GW instalados en 2026. 

La empresa, que se centra en el mercado regulado, asegura que tiene la mayoría de precios ya pactados y los márgenes garantizados a futuro.