Endesa ha cerrado el primer trimestre de 2024 con unos beneficios netos un 51% inferiores al mismo periodo del año pasado, 292 millones, pero asegura estar en línea con los objetivos económicos de la empresa. La eléctrica ha facturado un 26% menos al pasar de los 7.504 millones de euros a los 5.547 y lo atribuye a los bajos precios de la luz en el mercado regulado. 

Con una producción de energía libre de emisiones del 90% sobre el total, incluyendo la nuclear, y una capacidad renovable de 10 GW, 0,7 más que el año pasado, la empresa afirma en su dossier de resultados presentado ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores que "es necesario mejorar la retribución de los negocios regulados para hacer posible la Transición Energética". 

"La extraordinaria generación renovable y la debilidad de la demanda provocaron una drástica reducción de los precios", añade la compañía dirigida por José Damián Bogas. Durante el trimestre, además, la demanda eléctrica peninsular disminuyó un 1,4% en términos ajustados para la compañía y un 0,4% en el no ajustado .

Si la capacidad renovable instalada por Endesa ha aumentado un 10%, su producción lo ha hecho aún más, un 27%, hasta representar el 39% del total, lo cual le permite haber producido un 4% menos de electricidad de origen nuclear y un 40% menos de térmica. 

Con 6,9 millones de clientes, 100.000 más que durante el mismo periodo del año pasado, y una cuota de mercado del 29%, Endesa destaca que mantiene "el liderazgo" en "un entorno competitivo". 

Junto a la caída de la luz por la alta producción de renovables a bajo coste en el mercado regulado, la bajada de los precios del gas después de la excepcional subida de 2022 y 2023 también han contribuido a la caída de los beneficios, señala Endesa, que detalla cómo los márgenes del gas han pasado del 6 euros por MWh a 2. 

Pese a la caída de ingresos y beneficios, Endesa no agrandó su deuda neta con una subida del 1% hasta alcanzar los 13,8 millones de euros. 

El pasado 24 de abril, la junta de accionistas de Endesa aprobó elevar de 12 a 14 su número de consejeros con el nombramiento de tres nuevos miembros del órgano rector y tras la salida de Alicia Koplowitz. 

La italiana Enel, propietaria del 70% de las acciones, reforzaba su representación en el consejo, que era de un 33% y pasaba a ser de un 42,9%.